La evolución de la balanza por cuenta corriente entre enero y julio se explica por el saldo positivo de la balanza de bienes y servicios, frente al déficit de las rentas primaria y secundaria. La cuenta de capital, por su parte, se anotó también superávit.
En concreto, la balanza de bienes y servicios alcanzó un saldo positivo de 13.300 millones de euros, inferior a los 19.700 millones que presentó en el mismo periodo del año anterior.
Dentro de ésta, el turismo y los viajes ampliaron en 100 millones su superávit, hasta alcanzar 23.300 millones de euros, frente a los 23.200 millones de hace un año.
Por su parte, la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) registró un déficit de 13.100 millones de euros hasta julio, superior a los 13.000 millones de los siete primeros meses de 2017.
El saldo de la cuenta de capital mostró hasta julio un superávit de 1.600 millones de euros, 400 millones por encima del mismo periodo de 2017. Así, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, registró un superávit de 1.800 millones de euros, frente al saldo positivo de 7.900 millones del mismo periodo del año anterior.
En julio, la balanza por cuenta corriente registró un superávit de 100 millones de euros, frente al saldo positivo de 2.200 millones de hace un año, debido al menor superávit de la balanza de bienes y servicios (3.000 millones) y de las rentas primaria y secundaria (2.900 millones).
La cuenta de capital se mantuvo estable en el séptimo mes del año con un superávit de 100 millones de euros, con lo que la cuenta corriente y de capital cerró con un saldo positivo de 720 millones, frente al superávit de 2.500 millones del año pasado.
SALIDA DE CAPITALES
En términos acumulados de doce meses, la capacidad de financiación se situó en julio en 1.800 millones, inferior a los 7.900 millones acumulados en el conjunto de 2017.
Por otro lado, en los siete primeros meses del año salieron de España 30.900 millones de euros por compra de activos, desendeudamiento y desinversiones, por debajo de los 47.000 millones que salieron del país en el mismo periodo de 2017.
La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los residentes españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo.