"No vamos a permitir que nuestra industria del acero desaparezca", ha subrayado Trump en la rueda de prensa posterior a la presentación del nuevo Nafta, que pasará a llamarse Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés).
El presidente de Estados Unidos solo ha mencionado que, como alternativa a los aranceles, los tres países firmantes "quizás" podrían acordar una serie de cuotas de importación.
El ministro de Asuntos Exteriores de México, Luis Videgaray, ha comentado que el país latinoamericano "espera" que los aranceles a las importaciones de acero y aluminio se resuelvan antes de que el acuerdo trilateral se firme, lo que ocurrirá durante la reunión de noviembre del G20 en Buenos Aires, a la que acudirán los tres países norteamericanos.
Asimismo, Trump ha calificado de "histórico" el nuevo acuerdo y ha asegurado que servirá para impulsar "cientos de miles" de puestos de trabajo en Estados Unidos. "Significa muchos más empleos estadounidenses, y serán trabajos de alta calidad", ha añadido el presidente.
Además, Washington ha asegurado que este nuevo acuerdo comercial no habría sido posible sin la imposición, por parte del Ejecutivo de Trump, de aranceles sus socios.