¿Una avalancha¿. Así ha definido el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, la situación a la que se ha enfrentado el organismo para aprobar ¿las modificaciones de folletos de fondos de inversión para repercutir los costes de análisis a sus partícipes¿.
Albella ha explicado este martes que, en los últimos meses, ante la progresiva implantación de las exigencias que recoge la directiva comunitaria MiFID II, se han multiplicado las solicitudes para recoger en la documentación de fondos de inversión y planes de pensiones registrados en España que sean sus partícipes los que paguen por el análisis que soporta la selección de activos que componen su cartera. Una declaración explícita que será obligatoria en el caso de que las gestoras no asuman costes una vez que se produzca la plena aplicación de la norma europea
Esta opción por el camino opuesto al que ya habían apuntado las grandes gestoras internacionales, radicadas en países donde la implantación de MiFID II ya está mucho más avanzada o se ha completado, traerá sus consecuencias. El presidente de la CNMV ha adelantado en el X Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva que el organismo no tiene preferencia por un modelo sobre otro porque en el caso de que las firmas de inversión asuman el coste internamente ¿es de esperar que las comisiones de gestión se vean presionadas al alza y se dé una contratación de menos análisis que resultaría en una menor riqueza en el alcance de la gestión¿.
En definitiva, dos malas noticias para los inversores españoles que el supervisor justifica a cambio de una mayor transparencia y competitividad en la industria y que ya se habían venido adelantando con la decisión de varias gestoras dependientes de los grandes bancos españoles de repercutir costes. Como ejemplo, Bankia, que aprovechó a principios de año la fusión de sus vehículos de inversión colectiva con los del absorbido Banco Mare Nostrum (BMN) para recoger ya este supuesto en los reformados folletos de sus fondos y planes de pensiones.
La novedad de la directiva europea obliga a que el coste de análisis se desglose como tal en caso de que en todo o parte se esté repercutiendo al cliente, algo que hasta la fecha podía venir ocurriendo, pero sin explicarse específicamente a los inversores. La única manera de evitar esta señalización específica es que las gestoras, como han hecho Magallanes o Metagestión entre otras, asuman esta partida de gastos contra su cuenta de resultados corporativa sin impacto inicial para sus clientes. Sin embargo, ya la CNMV da las pistas de por dónde podría llegarles el impacto en este supuesto: incremento de otras comisiones y empeoramiento en la calidad del servicio por recortes internos de gasto.
Más allá de la carga de trabajo para los técnicos de la CNMV, el desglose de costes, conocido en jerga financiera por el anglicismo `unbundling¿, puede quedar convertido en una mera formalidad en la mayoría de casos. Esto se debe a que, tanto si la sociedad gestora decide asumir los costes, como si a los clientes ya se les especificaba que una parte de las comisiones eran por análisis, la segregación puede quedar recogida únicamente en el folleto de cada fondo en cuestión sin más notificación si no implica cambios en los gravámenes.
Los únicos inversores que tendrán el derecho de recibir una notificación desglosada de costes serán aquellos a los que hasta ahora no se les especificaba que su vehículo de inversión llevaba aparejados unos costes de análisis que en adelante tendrán que asumir en parte o íntegros. Esto puede ocurrir, según explican del sector, tanto si se establece una nueva comisión o se sube alguna de las existentes, dos casos en los que se cumple la previsión de Albella de encarecimiento de los vehículos de inversión para sus partícipes.