El crédito máximo del que pueden disponer las entidades del país se queda en 5.000 millones de euros hasta el 7 de noviembre.
Según informó hoy el Banco de Grecia, la disminución del techo máximo de crédito refleja la mejora de liquidez de las entidades griegas, fruto de un mayor flujo de depósitos del sector privado y del acceso de los bancos a los mercados financieros mayoristas.
El objetivo de la banca griega es reducir a cero su dependencia del ELA para finales del año.
La banca griega ha recibido el crédito de emergencia del BCE después de que a mediados de febrero de 2015 éste dejase de aceptar la deuda helena como garantía en sus operaciones de refinanciación.
Desde que el BCE volvió a aceptar, a finales de junio de 2016, la deuda helena como colateral el techo de ELA bajó drásticamente, pues los bancos pudieron volver a recurrir a este instrumento para adquirir liquidez.
El ELA fue hasta ese momento el único canal por el que los bancos podían acceder a financiación a corto plazo a través del Banco de Grecia, aunque a un interés mayor del que pide el BCE en sus operaciones ordinarias de refinanciación.
El bono griego a diez años estaba en el mercado secundario al 4,60%, mientras la prima de riesgo se situaba en 406 puntos básicos, cuatro puntos por encima del cierre ayer.