Nunca, desde que salió a bolsa en 2001, Inditex ha encadenado dos años consecutivos de caída en el parqué. Pero cada vez tiene más difícil evitar esa circunstancia en 2018. Hasta la fecha, acumula un descenso del 15% con el que prolonga el 10% que se dejó en 2017.
Este miércoles tampoco se libra de las ventas. Cae un 0,92% y entrega los 25 euros. Desciende hasta los 24,89, con lo que vuelve a los precios en los que se movía en abril.
De este modo, se sitúa incluso por debajo de los precios a los que cotizaba hace un mes, cuando estaba a la espera de la publicación de los resultados de su primer semestre fiscal. Entones marcaba un precio de 25,52 euros. Cuando anunció sus cuentas el 12 de septiembre, rebotó un 4% y escaló hasta los 26,57 euros. Dio continuidad a este movimiento y el 21 de septiembre cerró por encima de los 27 euros. Pero hasta ahí llegó la reacción.
Como viene ocurriendo en los últimos meses, la recaída se produce en un contexto en el que tanto los analistas como los inversores están ajustando los múltiplos que aplican a Inditex. El menor crecimiento esperado en el beneficio por acción de la textil presidida por Pablo Isla provoca que se estén recalibrando las valoraciones.
Como consecuencia, el precio objetivo que le concede el consenso de mercado, que justo antes de presentar las cuentas se situaba en los 31,01 euros, ha sido rebajado hasta los 30,86 euros. Y eso que ya venía de un tijerezado considerable desde los 38 euros en los que su precio objetivo se situaba a finales de agosto de 2017.
Eso sí, ese precio objetivo todavía le deja un margen alcista del 25%. Y, además, el valor sigue contando con el respaldo de los analistas: 23 recomiendan comprar sus acciones; seis, mantenerlas; y otros seis, venderlas.