En un discurso ante el comité central de su partido, Syriza, Tsipras recalcó este fin de semana que se trata del primer presupuesto en años diseñado por un Gobierno electo (y no por instituciones acreedoras) y señaló que se trata de un erario que además de cumplir con los objetivos fiscales marcados, proporciona un margen para iniciativas positivas.

El borrador incluye dos escenarios distintos, en función de si recorta las pensiones, como fue acordado con los acreedores, o no, como desea el Ejecutivo.

En el escenario base del borrador, se contempla el citado recorte, que afectaría a casi la mitad de los dos millones de jubilados, con reducciones de hasta un 18% a sus pensiones.

En este caso, el superávit primario previsto es del 4,14% del PIB, claramente por encima del objetivo.

En el escenario alternativo, en el que no se aplicaría una nueva rebaja a las pensiones, el superávit primario sería del 3,56%, es decir, justo por encima de la marca.

El Gobierno trata de convencer a la Comisión y a los Estados miembros de la Eurozona de que un nuevo tijeretazo a las pensiones es innecesario y no pone en peligro el objetivo de alcanzar el superávit primario del 3,5% del producto interior bruto (PIB) pactado con las instituciones acreedoras para el periodo postrescate.

Para Tsipras evitar lo que sería el decimotercer tijeretazo a las pensiones es crucial precisamente en un año electoral, como será 2019, y con las encuestas dando una ventaja media del 8% a la oposición conservadora.

La decisión final sobre las pensiones se espera en el Eurogrupo del 3 de diciembre, apenas unos días antes del debate sobre los presupuestos de 2019 en sesión plenaria.

Para convencer a sus socios de que revocar la reducción de las pensiones tampoco afectará al objetivo de superávit primario en los próximos años, el escenario alternativo incluye, según los medios locales, las previsiones fiscales hasta 2022.

El borrador revisa además ligeramente al alza las previsiones económicas para este y el próximo año, y en lugar de un incremento del producto interior bruto (PIB) del 2% en 2018 y del 2,4% en 2019, cuenta con crecimientos del 2,1% y del 2,5%, respectivamente.

Más acentuada será la reducción del desempleo, que se prevé que bajará del 18,3% en 2018 al 16,7% en 2019.