Por Maite López, Finect
¿Los inversores tienen que asegurarse de que no han asumido riesgos excesivos a la hora de buscar rendimientos durante esta etapa de tipos de interés mínimos¿. La advertencia es de Karen Ward, estratega jefe de JP Morgan AM, que espera que la próxima sea una recesión ¿tradicional¿, esto es, una causada por una mayor presión en los beneficios empresariales: ¿Cuando empecemos a ver incrementos en los costes financieros y mayor aumento de los salarios es cuando empezaremos a ver tensión en la rentabilidad¿, apunta.
Mientras tanto, la tensión se está viviendo en los mercados, a través de las últimas caídas de las bolsas y la presión en la deuda de algunos países (Italia recibe el mayor impacto negativo, pero el bono español ya está en zona de pérdidas en 2018 y no ha hecho otra cosa que caer en precio desde el verano).
¿Quién sabe cómo salvará la bolsa global este año, pero la deuda necesita casi un milagro. Y esto sí que hace daño, hay que irse hasta el año 1999 para ver al índice de renta fija global de Bank of America - Merrill Lynch en negativo¿, apuntan desde la gestora de BBVA.
El último susto de la bolsa quizá haya hecho a más de uno revisar su perfil de riesgo por si, como empieza a ser un clamor entre los economistas, estamos en la parte final del ciclo: ¿Los mercados llevan un ciclo que ya es francamente maduro, el crecimiento económico es sólido pero probablemente estemos alcanzando el pico del mismo y, por tanto, los próximos años van a ser más complicados¿, apuntan desde Andbank.
Y, aunque un estudio de JP Morgan revela que incluso 12 meses antes de que el mercado toque techo y venga una gran corrección se puede ganar de media un 24%, para quien no esté cómodo quedándose a verlo, existe la posibilidad de rebajar un poco el riesgo de la cartera.
Por ejemplo, con esta herramienta de Invertia y Finect puedes buscar los mejores fondos de inversión de tu banco para el perfil de riesgo con el que te sientas más cómodo. Una de las ventajas de estos productos, es que puedes trasvasar tu ahorro de uno a otro las veces que desees sin tributar hasta que no reembolses la inversión.