La ONS explicó que el índice de precios al consumo (IPC) descendió el mes pasado por el abaratamiento de varios productos alimenticios y bebidas no alcohólicas, así como por la reducción de los precios en los sectores del transporte y cultura y ocio y de las prendas de vestir.
Las presiones al alza procedieron de las facturas del gas y la electricidad, señaló la ONS.
Tras conocerse estos datos, la libra esterlina se devaluó en el mercado de divisas un 0,3% frente al dólar, hasta 1,31 dólares, y un 0,2% ante el euro, hasta 1,13 euros.
El IPC del Reino Unido presenta una tendencia oscilante en lo que va de año, pero sigue por encima del objetivo oficial del Banco de Inglaterra, que aspira a que se sitúe en el 2% en los próximos meses.
La evolución de la inflación determinará las decisiones del banco central inglés sobre los tipos de interés, que subió hasta el 0,75% el pasado agosto y que previsiblemente mantendrá sin cambios en su próxima reunión, el 1 de noviembre.