El Tesoro estadounidense ya ha publicado su segundo informe semestral sobre las políticas económicas y cambiarias de sus principales socios comerciales. Se esperaba este documento por la posibilidad de que, esta vez sí, EEUU decretara de manera oficial que China manipula su divisa. Pero no, esta vez tampoco ha sido.

El departamento dirigido por Steven Mnuchin ha mantenido al gigante asiático en la reducida lista de países a los que vigila por sus elevados superávits comerciales con EEUU y por unas políticas que, en virtud de lo establecido en las leyes comerciales estadounidenses de 1988 y 2015, exigen un seguimiento por parte de las autoridades norteamericanas. Junto a China, en la lista figuran Alemania, Japón, India, Corea del Sur y Suiza.

Aunque el Tesoro no ha dado ese paso, con el que daría lugar a la posibilidad de imponer sanciones o aranceles a China y con lo que hubiera escalado aún más la tensión comercial ya existente, sí ha reconocido que hay 'cosas' que la inquietan. En particular, la caída del yuan chino.

"PROFUNDAMENTE DECEPCIONADO"

"El Tesoro está preocupado por la depreciación del yuan", confirma. Y añade, a modo de aviso: "Monitorizaremos y revisaremos con cuidado [nuestra evaluación de que no manipula la divisa] durante el siguiente periodo de seis, incluyendo discusiones con el Banco del Pueblo de China -el banco central chino". Vamos, que esta vez no, pero en la siguiente, tal vez sí.

Como subraya el informe, el yuan ha caído "notablemente" en los últimos meses. En concreto, un 9% contra el dólar desde el anterior informe, de mediados de abril. Y claro, al Tesoro y más aún al presidente de EEUU, Donald Trump, les molesta porque "la reciente depreciación del yuan exacerbará el largo superávit comercial bilateral de China con EEUU". 

Siguiendo sus recetas habituales, con las que entiende que el abultado déficit comercial de EEUU con China, de 390.000 millones de dólares entre junio de 2017 y 2018, se reduciría, el Tesoro sostiene la necesidad de que Pekín respete los compromisos del G20 de evitar las devaluaciones competitivas y la adopte reformas económicas más orientadas al mercado que reforzarían la confianza en el yuan. También reclama más transparencia en el modo en el que se establece el tipo de cambio de la divisa china y el uso de las reservas chinas. "El Tesoro está profundamente decepcionado por el hecho de que China siga absteniéndose de revelar sus intervenciones en el mercado de divisas", enfatiza.

Tras conocerse el 'veredicto' del Tesoro, el yuan prolonga su debilidad contra el dólar y se acerca un poco más a la frontera de las 7 unidades por 'billete verde'. Se deprecia un 0,1%, hasta los 6,936 yuanes.