El dossier económico señala que la "mayoría" de los bancos centrales del país norteamericano notó que la producción manufacturera aumentó, pese a la incertidumbre en torno al coste de los materiales y de los envíos, así como al clima comercial.
De forma generalizada, el gasto de los consumidores se incrementó a un ritmo "modesto". Además, los viajes y el turismo continuaron con su racha alcista en casi todos los distritos, con la notable excepción de Carolina del Norte y Carolina del Sur, que en las últimas semanas acusaron la interrupción provocada por el huracán Florence.
Dicha catástrofe natural también tuvo consecuencias en la producción agrícola, que fue "mixta". Mientras algunos granjeros destacaron que las lluvias habían sido beneficiosas, el huracán provocó daños en los cultivos en otras partes del país.
Respecto del empleo, los bancos centrales de Estados Unidos han mantenido la valoración de que existe una falta de mano de obra generalizada en el país. En particular, las empresas tienen dificultades para contratar ingenieros, profesionales de ventas y finanzas, trabajadores manufactureros y de la construcción y conductores de camiones.
Esto ha provocado que las compañías sigan implementando "estrategias no salariales" para retener a los trabajadores, tales como jornadas de trabajo flexibles, bonuses según resultados y más vacaciones.