Banco Santander cierra este miércoles la temporada de presentación de resultados de la gran banca española con el reto de convencer a los inversores de que será capaz de `levantar¿ el estancamiento que su margen de intereses ha mostrado en el último año. Estas son las cuatro claves que marcarán las cuentas del Grupo, las primeras desde que el banco anunció el nombramiento de Andrea Orcel como nuevo consejero delegado a partir del próximo año:

Caída en el margen de intereses

Esta misión parece prácticamente imposible a juzgar por las previsiones de los analistas, que apuntan a que el margen del Grupo ascenderá a 8.199 millones de euros en el tercer trimestre, lo que supone una caída del 3% respecto al trimestre anterior y del 6% frente al mismo periodo de 2017.

En los nueve primeros meses del año, la caída sería del 2%, hasta los 25.130 millones de euros, desde los 25.689 registrados en el mismo periodo del año anterior. Los ingresos por comisiones se mantendrían prácticamente planos en unos 8.600 millones de euros, con un descenso trimestral que podría llegar al 6% interanual.

En total, el consenso que recoge Thomson Reuters apunta a un beneficio neto esperado de 5.724 millones de euros en los nueve primeros meses del año para el banco cántabro, después de sumar a los 3.752 millones registrados en el primer semestre del año los 1.972 millones esperados para el tercer trimestre.

La cifra se mantiene prácticamente igual con respecto a los 5.592 millones registrados por la entidad cántabra de enero a septiembre de 2017 (aunqeu el beneficio que se presentó entonces fue de 5.077 millones de beneficio tras destinar 515 millones a cargos extraordinarios.

Hiperinflación en Argentina

¿El impacto de las divisas emergentes se recogerá de forma evidente en la comparativa¿, indica Nuria Álvarez desde Renta 4 Banco. Por eso, los inversores deben de estar especialmente atentos a la evolución del negocio del banco por áreas geográficas. Este trimestre destacará el impacto de la hiperinflación en Argentina que, según los expertos, podría alcanzar unos 150 millones de euros en el beneficio neto.

Los analistas también esperan un parón de la actividad del banco en Brasil, que en el segundo semestre contribuyó a un 26% del beneficio total del Grupo. Tras ganar un 6% más en ese periodo, los expertos esperan ahora una caída del 3% en el beneficio registrado en el país carioca en el tercer trimestre hasta los 630 millones de euros.  El mismo panorama se presenta para el negocio del Santander en España, con pérdidas a doble dígito durante el primer semestre tras el cargo atípico de 280 millones de euros por Popular.

El negocio en Reino Unido

Reino Unido será otra de las grandes claves de las cuentas del banco hasta septiembre. La dura presión competitiva provocó que el beneficio de la filial de la entidad en la región cayese un 16% en el semestre, hasta los 692 millones de euros. Reino Unido ha pasado de aportar un 20% al beneficio del Grupo a tan solo un 14%.

El pasado 1 de octubre, el banco remitió un hecho relevante a la SEC, el regulador de la bolsa estadounidense, en el que advertía del posible impacto del Brexit en las actividades del Santander en Reino Unido, incluidos sus resultados operativos y su capacidad para contratar y retener talento.

La pérdida de valor en bolsa

Aunque Banco Santander ha resistido mejor que sus competidores la presión en bolsa por el cambio de criterio del Supremo por el impuesto de las hipotecas, el valor se ha visto muy presionado este año por otros factores como la caída de su negocio en Reino Unido o la del real brasileño.

Por análisis técnico, los expertos apuestan por el rebote de la entidad. ¿Desde el giro desde los mínimos por debajo de los 4 euros el banco se está apoyando en la directriz bajista de largo plazo, por lo que si despedimos octubre en niveles actuales (alrededor de los 4,15-4,20 euros) podríamos asistir a una recuperación más sostenida¿, explica José Luis Herrera desde CMC Markets. ¿Todo pasaría por superar los 4,5 euros, lo que otorgaría algo más de consistencia al movimiento.¿, indican.

Después de perder un 30% en lo que va de año, los 4,12 euros en los que cotiza la entidad suponen un potencial alcista del 32% respecto a los 5,45 euros que los analistas mantienen de precio objetivo para el valor (el más bajo desde mayo de 2017).

Ante este difícil escenario, los inversores estarán muy atentos también a posibles modificaciones desde que la entidad fijase a finales de 2017 una mejora de su objetivo de rentabilidad con un retorno sobre el capital tangible (ROTE) estimado del 11,5%. Esta cifra aún está por debajo del 13% que el banco se marcó como objetivo en 2015, en el marco de su plan estratégico a tres años que vence este mismo 2018 y que podría sufrir modificaciones ante el complejo entorno para el sector en su conjunto, muy presionado también por el retraso en la esperada subida de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE)