El enfrentamiento entre Bruselas y Roma no está en la agenda oficial del encuentro, pero es previsible que el asunto se abordará de manera privada. "No hay duda de que habrá conversaciones en los márgenes, pero no en la reunión", ha explicado un alto funcionario del Eurogrupo, quien subraya que este tema volverá a la mesa de los ministros el 3 de diciembre, cuando ya exista una opinión formal del Ejecutivo comunitario sobre el nuevo presupuesto italiano y "tal vez" una decisión sobre el procedimiento por déficit excesivo.
El Gobierno italiano ha decidido mantener el pulso con las autoridades europeas a través de un borrador presupuestario que mantiene el objetivo de déficit del anterior, equivalente al 2,4% del PIB. Bruselas debe valorar ahora si este documento sigue incumpliendo las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y anunciará su posición el próximo lunes, junto con la del resto de planes presupuestarios de los países de la eurozona.
Pero además, la Comisión Europea ha iniciado el procedimiento para sancionar a Roma por no tomar las medidas adecuadas para reducir su deuda pública, actualmente en el 131% del PIB. Bruselas prepara un informe para responder a esta cuestión y podría anunciar la apertura de un expediente ese mismo día. Este proceso puede desembocar, a largo plazo, en una multa de 3.500 millones de euros.
En este contexto, la discusión formal entre los ministros del Eurogrupo --a los que se sumarán los responsables económicos del resto de países europeos que no utilizan la moneda única-- se centrará en continuar los debates sobre la reforma de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Será la penúltima reunión antes de presentar sus conclusiones a los líderes europeos en la cumbre que tendrá lugar a mediados de diciembre
Así, dedicarán la sesión a completar los detalles de la red de seguridad de la Unión Bancaria ('backstop', en la jerga comunitaria) que se activará en casos de quiebras de entidades en los que no son suficientes los fondos del Fondo Único de Resolución (FUR). Además, debatirán cómo acompasar las competencias de la Comisión Europea y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en supervisión económica y aprobación y ejecución de rescates.
También abordarán la posibilidad de introducir las llamadas cláusulas de acción colectiva (CAC) en emisiones de deuda pública. Estas cláusulas permiten a una gran mayoría de bonistas de deuda acordar cambios en las condiciones que sean aplicables a todos los titulares de un título. Esto facilitaría la reestructuración de deuda pública si fuese necesario, pero la contrapartida es que los inversores reclamarán un interés más alto para adquirir estos activos.
La inclusión de estas cláusulas cuenta con "mucho apoyo" entre las capitales europeas, según fuentes comunitarias, que sin embargo descartan que haya ningún resultado tangible este lunes sobre esta cuestión y emplazan a las conclusiones del siguiente Eurogrupo, el 3 de diciembre.
En efecto, la llamada 'Declaración de Meserberg', pactada por la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, Emmanuel Macron, aboga por su introducción. Y también lo hace un documento conjunto firmado por diez países del norte y este de Europa (Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Suecia, Letonia, Lituania, República Checa, Eslovaquia y Estonia).
Por último, los ministros discutirán la creación de un instrumento presupuestario para la eurozona, aunque se trata de una cuestión que todavía divide a los socios de la moneda única y sobre la que no se esperan avances "decisivos", afirman las mismas fuentes.
En principio, quedará fuera de las conversaciones de este lunes el fondo europeo de garantía de depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés). "No está muerto, pero tiene respiración asistida", reconoce un alto funcionario. Los países de la eurozona intentarán dar un "empujón" a este tema a nivel técnico al final de la semana, con vistas a intentar una "hoja de ruta" que abra la puerta a los debates políticos sobre su creación.