"Miles de millones de dólares están llenando las arcas de Estados Unidos debido a los aranceles impuestos a China y hay un largo camino por recorrer", ha afirmado el presidente del país norteamericano en su cuenta personal de la red social Twitter.
Además, Trump ha asegurado que si las empresas no quieren que les cobren aranceles, deberían trasladar su producción a Estados Unidos. "Hagamos que nuestro país sea más rico que nunca", ha apostillado.
Ya en julio, el presidente expresó que estaba "listo" para aumentar "hasta los 500.000 millones" los gravámenes sobre productos chinos, en referencia al total de importaciones desde el país asiático que se contabilizaron el año pasado. De acuerdo a las cifras de la Oficina del Censo, las importaciones desde China totalizaron 505.470 millones de dólares (443.831 millones de euros) en 2017.
"No hago esto por la política, lo hago porque es lo mejor para el país, ya que hemos sido engañados por China durante mucho tiempo", esgrimió entonces.
Estados Unidos comenzó en julio gravando productos procedentes de China equivalentes a un valor de 34.000 millones de dólares (29.853 millones de euros), algo más de un mes después de haber aprobado impuestos del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio procedentes de la Unión Europea, Canadá y México.
En septiembre, el Ejecutivo de Trump elevó ese objetivo, gravando importaciones del gigante asiático por valor de 200.000 millones de dólares (175.611 millones de euros).