¿Las casas de análisis y las grandes gestoras no se ponen de acuerdo sobre si estamos al final del ciclo o nos queda recorrido todavía¿, explica Ojeda. Algo que, en su opinión, provoca una fuerte rotación de carteras cada vez que se presenta un indicio de una u otra parte, como está ocurriendo con la curva de tipos de los bonos estadounidenses.

En este caso, considera que la verdadera señal de alarma hacia una recesión vendría ¿si el bono a dos años superase en rentabilidad el de a diez años, que es el de referencia para el mercado¿. Un panorama al que la incertidumbre sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal (Fed) ha sumado más nerviosismo.

Por lo que se refiere al sector financiero, Ojeda destaca que ¿los bancos españoles son muy potentes a nivel mundial, están muy capitalizados, han mejorado mucho su nivel de endeudamiento y están muy saneados¿, pero sin perspectivas de subidas de tipos hasta, al menos, el próximo otoño, no hay margen de mejorar beneficios.

Con este horizonte, descarta la toma de posiciones a corto plazo, pero ¿para una inversión a tres o cinco años, sin duda alguna tendría banca española porque va a mejorar resultados, dividendos y va a subir en bolsa¿. Dentro de las opciones que ofrece la bolsa española, prefiere a BBVA, porque ¿su implementación tecnológica superior al resto hace que esté mejor preparado para los cambios disruptivos que están por venir¿ en la industria.