El precio al que cotiza Bankia es el principal escollo para que el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), pueda repetir una operación como la que hace justo un año le permitió colocar entre inversores cualificados un 7% del capital de la entidad, ingresando 818,30 millones de euros.

En total, entre el 11 y el 12 de diciembre de 2017 se colocaron 201,55 millones de títulos a un precio de 4,06 euros por acción. Aquella venta ya se llevó a cabo con un descuento de casi el 3% respecto a los 4,17 euros a los que Bankia cotizaba por aquel entonces. Pero tras caer más de un 33% este 2018 hasta los 2,6 euros por acción, si esa operación se llevase a cabo hoy, el Estado apenas ingresaría 524 millones de euros.

El precio actual de Bankia no es solo un 36% inferior al de la última colocación de hace justo un año. Además, está un 50% por debajo de los 5,4 euros a los que el Estado entró en el capital de la entidad en 2012, si se tiene en cuenta el contrasplit del pasado 2017 en la proporción de uno por cuatro.

Con este escenario de color rojo en bolsa, cada vez parece más complicado cumplir con el calendario de desinversión, cuyo capítulo final está previsto para antes de que termine 2019. El Gobierno ya ha abierto la puerta a retrasar esa fecha límite. Y los expertos coinciden en que es la mejor idea. Al menos hasta que la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) proporcione algo más de visibilidad al negocio de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri.

Todos determinan el futuro de la acción a la subida de los tipos de interés. Pero ni por esas se cumplirán las expectativas de recuperar las ayudas públicas que se otorgaron a la entidad. De hecho, la cotización de Bankia tendría que subir un 105% hasta los 5,33 euros, para que el FROB ingrese los 9.857 millones que el Banco de España calcula ahora que puede recuperar de esas ayudas que ascendieron en total a 24.069 millones de euros.

A precios actuales, y con una capitalización de 8.234 millones de euros, la participación del Estado en Bankia, que aún supera el 60%, estaría valorada en unos 4.940 millones de euros. Es decir, si el FROB decidiese vender ahora, aún faltarían 4.917 millones de euros para alcanzar la cifra que se considera recuperable (9.857 millones).

IMPOSIBLE SIN LA 'AYUDA' DEL BCE

¿Es complicadísimo sin la ayuda de la subida de tipos del BCE¿, coinciden los expertos. ¿Aunque el equipo directivo da mucha confianza al mercado, los inversores siguen sin dar credibilidad al cumplimiento del Plan Estratégico presentado en febrero¿, explica Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco. Desde la firma se plantean reducir el precio objetivo de Bankia de 4,16 euros a 3,07 euros por acción, un drástico recorte ante la perspectiva de que el próximo año ¿no habrá mejora en el margen de intereses sin subidas de tipos notables¿.

Álvarez recuerda, sin embargo, que el incumplimiento de objetivos por parte de Bankia en 2018 no implica que la entidad no vaya a alcanzar su meta al cierre de su Plan Estratégico que finalizará en 2020. Pero tampoco espera ver colocaciones adicionales el próximo año. ¿Creo que van a retrasar el plazo y no habrá colocaciones de paquetes de menor tamaño porque el sentimiento sobre todo el sector es muy negativo y, aunque el valor cotice en múltiplos muy bajos, habría que aplicar nuevos descuentos¿ al posible comprador, indican desde la firma.

La misma opinión maneja Juan Abellán, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), a pesar de que algunas voces apuntan a que la venta de paquetes del 4% o del 5% del capital podría ser bien vista por el mercado si la banca de inversión apoya una operación así. El experto insiste en que ¿la opción de vender en `trozos¿ a ciertos inversores que podrían estar interesados tampoco merecería la pena, pues el que comprase se estaría haciendo con una parte de la cuarta entidad española con una cuota de mercado de casi el 10%, y no creo que el Estado quiera eso¿.

Abellán apela al caso del también nacionalizado Royal Bank of Scotland, ¿que se acabó vendiendo a pérdidas casi todo¿. Así, Natalia Aguirre coincide en que la venta se retrasará hasta que el mercado esté más tranquilo. ¿Mientras puedan seguir cobrando dividendos, esperarán a que la acción suba¿, asegura. Coincide con Abellán en que, ¿aunque todo puede pasar, no esperamos la llegada de un inversor extranjero interesado en la entidad, que entraría a jugar con comparables muy potentes¿. La experta añade que ¿también habría que ver cuánta independencia le quedaría a un equipo directivo que, hasta ahora y por resultados, lo ha hecho mejor imposible¿.