Este sistema de producción de energía permite obtener, al mismo tiempo, energía eléctrica y energía térmica, aprovechando el calor generado, y normalmente se suele obtener mediante la combustión de combustibles fósiles, como el gas o el petróleo.
La iniciativa, defendida por Compromís y finalmente acordada con PSOE y Unidos Podemos, ha sido respaldada también por Ciudadanos y Esquerra Republicana, mientras que el PP ha optado por abstenerse.
El texto aprobado por el Congreso reclama concretamente "revertir los recortes en la retribución" incluidos en los decretos y órdenes donde se regula la producción de energía eléctrica a partir de energía renovables, cogeneración y residuos, y "recuperar un régimen retributivo razonable que prime la eficiencia".
Asimismo, insta a "poner en marcha un plan de renovación de las actuales plantas de cogeneración para fomentar la alta eficiencia" para evitar su paralización, y que este plan incluya un informe que analice el potencial de la cogeneración, proponga retribuciones que la fomente e indique las necesidades de renovación de las centrales, así como procedimientos que incentiven sustituir combustibles y así generar el menor impacto posible en el medio ambiente.
Por otro lado, la Comisión de Transición Ecológica ha exigido al Gobierno un marco jurídico específico "de apoyo y fomento a la cogeneración" con el fin de "fomentar la alta eficiencia, herramienta clave para la eficiencia energética, la sostenibilidad, la reindustrialización y la competitividad del sector del azulejo, y garantizar la seguridad jurídica de las inversiones en cogeneración".