Los analistas se cubren las espaldas. Después de un 2018 en el que el comportamiento de los mercados ha hecho saltar por los aires todas las previsiones, la prudencia se ha convertido en la palabra clave de los consejos de cara al próximo 2019. No es para menos. Los inversores parecen escarmentados después de unos meses de duras caídas en prácticamente todas las clases de activos. Una correlación negativa que pocas veces antes se había visto.
A pesar de que la corrección podría indicar un inminente rebote, quedan tiempos difíciles para los inversores. Especialmente para los más conservadores. Los expertos coinciden en que los activos de riesgo como la bolsa serán los únicos capaces de arañar algo de rentabilidad en los próximos meses. Pero hay que tener muy presente la volatilidad y olvidarse de los crecimientos a doble dígito. Bankinter, por ejemplo, apenas da un potencial del 5% al Ibex 35.
Son momentos de dudas. Se recomienda riesgo en un entorno en el que la lógica impondría huir hacia los denominados ‘activos refugio’. El debate sobre si el mercado se encuentra ante la próxima gran recesión existe. Pero la desaceleración es una realidad en la que coinciden todos los expertos. Saber si implicará, o no, el final del ciclo, determinará los movimientos del mercado en 2019. Los inversores tendrán que lidiar, además, con problemas pendientes como los riesgos geopolíticos, la guerra comercial, el Brexit y, sobre todo, con la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE).
En este sentido, los analistas recuerdan que hay que tener especialmente presente la evolución de las divisas. Además de la libra, que se moverá al compás de las novedades sobre el acuerdo para el Brexit, Santander AM considera que el dólar estadounidense seguiría apreciándose en la primera parte del año, pero la tendencia cambiará a partir de la primavera. La misma idea maneja JP Morgan AM. “El mercado prestará más atención a los desafíos estructurales del dólar derivados del constante aumento de la deuda pública y un elevado déficit por cuenta corriente”, indican.
LA CLAVE ESTARÁ EN SER SELECTIVOS
“El ciclo actual presenta características únicas, como una mayor deuda global, balances de los bancos centrales expandidos y reducidas tasas de inflación”, indica Joan Bonet, director de mercados de Banca March. El experto es de los que rechaza la idea de una inminente recesión, pero reconoce que el entorno “hace necesaria una gestión activa y profesional para maximizar las oportunidades”. Desde la firma creen que el inversor debe “estar dispuesto a asumir más volatilidad en renta variable y no caer en la ‘trampa de calidad’ en renta fija”.
Tras las recientes caídas, y ante los caminos de los distintos bancos centrales, los expertos empiezan a señalar a Europa como mejor posicionada que Wall Street de cara a 2019. “La rentabilidad por dividendo en las bolsas europeas se aproxima al 4% y son más atractivas por fundamentales”, indican desde Santander AM. La gestora apuesta por sectores como el tecnológico o el energético, “que muestran expectativas de crecimiento del beneficio de doble dígito”.
"La rentabilidad por dividendo de las bolsas europeas se aproxima al 4% y ahora son más atractivas que Wall Street por fundamentales"
“Pensamos que las bolsas están sobrepenalizadas en términos generales. En los últimos 10 años no han tenido lugar retrocesos generalizados durante dos años consecutivos (excepto en el Ibex 35), así que la probabilidad de que 2019 sea tan malo como 2018 es muy baja”, afirman desde Bankinter. Al contrario que el consenso, apuestan firmemente por el rebote de Wall Street, siempre de una forma muy selectiva.
Renovables como Acciona, consumo de ‘lujo’ como LVHM y valores del sector farmacéutico como Almirall están entre sus favoritos. Respecto al sector bancario, manejan la misma idea que el consenso. “Los múltiplos de valoración son atractivos, la rentabilidad por dividendo elevada y los fundamentales son buenos, pero el retraso en las perspectivas de subidas de interés no ayuda a estas cotizadas”, explican. Santander es la única opción española dentro del sector en Europa para la firma.
Tampoco aparecen bancos en la cartera de Self Bank, con más peso de energéticas e inmobiliario con nombres como Repsol, Iberdrola, Ferrovial, Meliá y Merlin Properties. Las cuatro primeras se repiten en la cartera estrella de Renta 4 Banco para 2019, que, esta vez, sí incluye a CaixaBank y Santander como entidades “para tener en el radar”, apostando también por grandes valores como Telefónica o Acerinox.
SI QUIERO ALGO SEGURO… ¿VOY A LA RENTA FIJA?
Los analistas también prevén un año más que complejo para la renta fija, que desde hace tiempo ha dejado de ser un activo refugio en cartera. “En esta fase del ciclo los inversores deben tener cuidado de dónde caen dentro de este universo”, indican desde JP Morgan AM. La firma recuerda que la calidad de las referencias ‘investment grade’ (grado de inversión) se ha deteriorado bastante en la última década y que el ‘high yield’ mantiene algunas dudas sobre posibles impagos que puede lastrar al sector. “La clave estará en la reacción del mercado a las decisiones de los bancos centrales de ir abandonando su función de compradores de último recurso”, indican los expertos.
Es decir, como en la renta variable, en renta fija habrá que ser cuidadoso y selectivo para encontrar valor. Especialmente en Europa, donde los tipos en mínimos seguirán complicando, y mucho, la gestión del ahorro conservador.
En deuda corporativa, los analistas de Santander WM recomiendan las compañías con grado de inversión, evitando aquellas más endeudadas. Apuntan también al atractivo de los bonos flotantes en Europa, “una alternativa en momentos de volatilidad y una de las apuestas más beneficiosas para aprovechar la tendencia alcista de los tipos”, explican.
Los analistas coinciden en que en 2019 será esencial, como casi todos los años, una gestión activa para la difícil tarea de descorrelacionar las inversiones. En este entorno, los fondos de inversión también entran en las preferencias como fórmula de entrada al mercado. “Apostaríamos por fondos de retorno absoluto y flexibles en la gestión”, indican desde Self Bank. “Más allá de la bolsa, seguimos decantándonos por fondos de retorno absoluto y, en un momento de fase final del ciclo, incluso los monetarios podrían comenzar a ser una alternativa a considerar”, coinciden desde Bankinter.