Al igual que ha ocurrido en los mercados europeos, a Wall Street también se le ha atragantado la sesión de Nochebuena. En especial, al Dow Jones, que ha cedido un 2,9% y ha entregado los 22.000 puntos. Ha cerrado en los 21.792.
Los restantes índices le han acompañado en sus caídas. El S&P 500 se ha dejado un 2,3% y el Nasdaq 100, un 1,7%.
Con la brusca caída de este lunes, el Dow, posiblemente el índice bursátil más famoso del mundo, engorda una corrección que cada vez impresiona más. A comienzos de octubre superaba los 26.000 puntos, y ahora camina más de 4.000 puntos por debajo después de que en diciembre acumule ya un desplome próximo al 15%. En lo que va de año se deja cerca de un 12%.
El que ha subido este lunes, como reflejo de los temores que se respiran en los mercados estadounidenses, ha sido el índice VIX, principal termómetro de la volatilidad. Ha superado los 30 puntos -se ha disparado un 15%, hasta los 35- y retorna así a los niveles de máximo nerviosismo que ya visitó en febrero, cuando rebasó incluso los 50 puntos.
Como motores de estas ventas, los tambores de recesión que retumban cada vez con más fuerza en Wall Street. La reunión concertada por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, con los principales bancos estadounidenses para analizar su liquidez alienta esos temores.Esta convocatoria evoca los tiempos posteriores a la quiebra de Lehman Brothers, con lo que, lejos de tranquilizar, nutre la incertidumbre. Tampoco ayudan las especulaciones en torno a la posibilidad de que Donald Trump haya tanteado el margen legal del que dispone para despedir al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell.
Nike ha sido el peor valor del Dow con un retroceso próximo al 6%. Microsoft ha bajado un 4% y Johnson & Johnson, Procter & Gamble y United Technologies, cerca de un 4%.
Las dudas se han trasladado también al petróleo. El barril WTI, de referencia en EEUU, ha cedido más de un 3% y se ha situado bajo los 44 dólares.