Arranca febrero y con él la temporada de resultados de los grandes bancos toca a su fin. A los inversores no les convencen las cuentas presentadas este viernes, especialmentas las del Sabadell y CaixaBank, que desde primera hora han sido condenados a la cola del índice español. El castigo ha llegado a ser tan profundo que se han llegado a perder los 9.000 puntos en la bolsa española. Sin embargo, la penalización se ha suavizado al cierre, de manera que el Ibex 35 ha cerrado con una caída del 0,41% hasta los 9.019,4 puntos.
En cualquier caso, la presión vendedora ha sido mayor que el ánimo comprador y con un retroceso semanal del 1,8% se ha puesto fin a una racha ininterrumpida de cuatro semanas en las que el Ibex 35 no había probado las caídas. Esta ha sido, por tanto, la primera en la que el índice ha echado el cierre un viernes con un acumulado negativo. Por el camino ha tenido que digerir noticias como la entrada en recesión de Italia y el nuevo mandato a Theresa May para la renegociación del Brexit.
Las órdenes de venta se han agolpado desde el primer minuto en CaixaBank. La entidad ha cerrado 2018 con un beneficio de 1.985 millones de euros, un 17,8% más que el año anterior, gracias al crecimiento de los ingresos del negocio bancario, la mayor aportación del portugués BPI y la reducción de las dotaciones. Sin embargo, los analistas esperaban más, al menos que su beneficio superase los 2.000 millones. Con esta brecha no es de extrañar que sus acciones se hayan desplomado un 7,22% hasta los 3,06 euros.
A pesar de lo virulento del castigo, no ha sido el mayor de la jornada entre las grandes de la bolsa española. Los títulos de Sabadell se han descalabrado un 9,09% hasta un nuevo mínimo histórico de 0,909 euros después de haber publicado un beneficio de 328,1 millones de euros en 2018, un 54,2% menos que en 2017. Este balance ha estado condicionado por los problemas de la migración tecnológica de su filial británica TSB y costes extraordinarios para culminar la limpieza de su balance. Y eso que la sesión la empezaba en plano.
Este viernes ha presentado también resultados BBVA. Los inversores no han tenido muy clara su lectura de las cuentas de la entidad que preside Carlos Torres, que ha dado bandazos de cotización del rojo al verde durante toda la sesión. BBVA ganó 5.324 millones de euros en 2018, por encima de las previsiones que auguraban 5.200 millones, además de un 51,3% por encima del beneficio obtenido un año antes. El cierre ha estado en subidas del 0,52% hasta los 5,197 euros por título.
El pelotón de 'perdedores' de la sesión se ha vuelto a nutrir de bancos, contagiados del mal sabor de boca que dejaban los balances conocidos este viernes. Así, Bankia (-2,36%) y el Santader (-1,51%) han sido tercer y cuarto colista. Bakinter, por su parte, ha amortiguado el castigo con el recuerdo del beneficio récord que publicó hace una semana para ceder solo un 1,09%.
En la parte alta de la tabla se ha colocado Siemens Gamesa, que ha cerrado con una subida del 6,06%. Técnicas Reunidas (+4,97%) y ArcelorMIttal (+3,67%) han completado el podio. Una financiera se ha desmarcado de sus compañeras de sector, la aseguradora Mapfre, que ha subido un 1,6% hasta los 2,47 euros por título.
La tensión se ha contagiado también al mercado de deuda soberana. La prima de riesgo se ha ensanchado hasta los 106 puntos básicos con un bono español a tipos del 1,23% frente al 0,17% del bund alemán de referencia en Europa.