El Ibex despide su segunda semana del año con pérdidas de más del 1% que han dejado al selectivo por debajo de los 8.800 puntos, pese a que el miércoles rebasó la cota del 9.100. Sin embargo, el fantasma de la desaceleración económica global ha pesado, y mucho, en la capacidad de los inversores para asumir más riesgo.
Desde los primeros instantes de la negociación, Grifols se colocó en el furgón de cola y, debido a una mala recomendación de Berenber, sus títulos sufren un castigo del 5,7%.
En ese comienzo de sesión Sabadell volvió a mostrar debilidad con unos inversores que desconfian del valor, tanto como los analistas, que no ven claridad en sus ingresos futuros. Sin embargo, a medida que avanzaba la sesión, Sabadell cogió fuerza y se coloca en las primeras posiciones con un rebote del 0,8%. "El sector bancario sigue sufriendo en su cotización tras volver a ver rebajados sus objetivos por parte de diferentes casas de análisis", indican los analistas de XTB. De hecho, los bancos se han colado entre los peores valores de la semana con pérdidas acumuladas superiores al 5% para CaixaBank y Sabadell, y al 3% para BBVA y Bankinter. Santander se deja algo más de un 2% en las últimas cinco sesiones.
"El hecho de que el freno al crecimiento lastre las posibilidades de una normalización monetaria acelerada por parte del BCE, reduce las expectativas de incrementar márgenes comerciales por parte de un sector que tras un 2018 nefasto parece que se enfrentará a muy diversos retos en el corto plazo", indican los expertos. Otros grandes valores como Telefónica o Repsol también han contribuido a los números rojos del selectivo.
Las noticias, las previsiones de los analistas y los comentarios de altos dirigentes del mundo económico están haciendo temblar a las bolsas. La sesión de ayer fue un claro ejemplo. Después de las previsiones de la Comisión Europea sobre la economía de la eurozona, las principales plazas europeas se tiñeron de rojo. El contagio llegó a Wall Street, que celebró una sesión también temerosa de que las cosas puedan ir a peor.
Esos nubarrones que empañan el horizonte fueron puestos en un informe que realizó Peter Hooper, economista jefe de Deutsche Bank Securities. Estimó ls daños que podrían producirse si las tres amenazas más graves para la economía mundial se cumplen: "escalada significativa de las tensiones comerciales" entre EEUU y China; un Brexit duro, en el que el Reino Unido deja a la Unión Europea sin un acuerdo comercial; y una "fuerte desaceleración" en el crecimiento económico chino.
Asimismo, Benoît Coeuré, economista francés y miembro de la junta ejecutiva del Banco Central Europeo, comenta en una entrevista con Barron's, que el banco central está listo para saltar si los vientos en contra globales hacen que la actual desaceleración económica sea peor de lo esperado.
Tras el rechazo de los 9.100 enteros y la falta de posibles referencias positivas en el corto plazo, los expertos consideran que el mercado mantendrá un tono lateral o ligeramente bajista. La presentación de resultados empresariales seguirá dándole cierto picante a unas sesiones que se antojan de transición.