El mismo Banco Sabadell que a primera hora destacaba como uno de los mejores valores del Ibex 35, al cierre se ha convertido en el tercer peor valor del índice español. Después de seis sesiones consecutivas de avances, la entidad parecía acercarse al euro por acción con decisión, pero todo se ha quedado en un espejismo. Otra vez.
En concreto, las acciones del Sabadell han caído un 1% hasta los 0,943 euros, a la cola de un índice que ha echado el cierre en 9.155,5 puntos tras remontar un 0,35%.
El banco que preside Josep Oliu ha fallado en su intento de extender su último rally después de que el viernes se disparase un 5%. Con todo esto, todavía permanece por debajo del precio que marcaban el día que presentó sus resultados trimestrales, desencadenando una oleada bajista de la que ha ido recuperándose poco a poco.
El pasado 1 de febrero el Sabadell se desplomó un 9% en el Ibex 35 tras presentar unos resultados de 2018 que arrojaron una caída del beneficio de un 54,2% hasta los 328,1 millones de euros.
Las cuentas se vieron afectadas por un cargo extraordinario de 637,1 millones (brutos) debido a los problemas tecnológicos de la franquicia en Reino Unido y provisiones por la venta del grueso de activos improductivos (NPA) en España. El beneficio excluyendo extraordinarios a tipo de cambio constante aumentó un 9,6%.
Tras estos resultados, tanto el presidente como el consejero delegado de Banco Sabadell, Josep Oliu y Jaime Guardiola, han renunciado a percibir la retribución variable de 2018 que les correspondía, y que ascendía a 656.000 euros en el caso de Oliu y a 563.500 euros en el de Guardiola.
La retribución fija del presidente de la entidad se mantuvo estable respecto al año anterior, en 1,7 millones de euros, mientras que la del consejero delegado se elevó un 2,9%, hasta 1,35 millones de euros.