Banco Santander es hoy uno de los protagonistas de la avalancha de resultados empresariales. El banco obtuvo un beneficio atribuido de 1.840 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un 10% menos que en el mismo periodo del año anterior (o un 8% en euros constantes). La entidad explica este descenso por un cargo neto de 108 millones de euros con motivo de la venta de activos y reestructuraciones.
Este cargo incluye 150 millones de euros de plusvalías por la venta de la participación del 51% de Prisma en Argentina y 180 millones euros de pérdidas derivadas de la venta de una cartera de inmuebles residenciales en España, más un cargo de 78 millones de euros por los costes de reestructuración en Reino Unido y Polonia. La entidad que preside Ana Botín arranca la jornada con un descenso del 1,4%, en un Ibex 35 que cede un 0,3%.
También Caixabank ha anunciado un beneficio de 533 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un 24,3 % menos que en el mismo período del año anterior, a causa de la ausencia de extraordinarios, como los vinculados a la venta de Repsol. El resultado se ha quedado por debajo de lo que esperaban los analistas. La entidad cae casi un 2% en el Ibex y se convierte en uno de los valores más penalizados del selectivo en los primeros compases de la negociación.
También Repsol ha desfilado hoy por la pasarela de los resultados. La petrolera ha ganado 610 millones de euros entre enero y marzo, un 0,3% menos que hace 12 meses. La cifra ajustada, que mide específicamente la marcha de los negocios, ascendió a 618 millones, con un alza del 6%, y supera la previsión media de los analistas, que estaba en los 568 millones de euros. La compañía que preside Antonio Brufau celebra sus cuentas con alzas del 0,75% en el parqué.
Por otro lado, los socios de Neoenergia, el gigante energético brasileño controlado por Iberdrola, han aprobado en junta extraordinaria retomar la salida a Bolsa de la compañía, tras el intento frustrado a finales de 2017.
La eléctrica española también amanece con noticias positivas de Credit Suisse, que le ha elevado el precio objetivo desde los 7,40 euros (que ya se encontraba por debajo de su cotización actual), hasta los 8,60 euros, lo que implica un potencial de revalorización del 8,5%. La compañía arranca la jornada en bolsa con un avance de medio punto porcentual.
Peores noticias recibe Bankia que sufre varios recortes de precio objetivo después de que ayer presentara sus cuentas (ganó un 10,8% menos) y pese al rally de ayer. Así, Deutsche Bank valora ahora sus acciones en 2,6 euros desde los 2,8 euros anteriores, mientras que Credit Suisse rebaja el precio objetivo de 2,90 a 2,70 euros. En el primer caso, implicaría aún una subidas del 7%, mientras que en el segundo el potencial bursátil asciende al 7%. Esta mañana sus acciones retroceden un 0,4%.