Comprar y mantener. Es la estrategia que ha convertido a Warren Buffett en el oráculo no solo de Omaha, sino de todos los inversores value que siguen a pies juntillas las lecciones del maestro de la inversión. Por eso, cualquier movimiento en su cartera suele implicar fuertes subidas (o descensos) en bolsa de las cotizadas en cuestión.
Es lo que este jueves está ocurriendo con los títulos de Amazon, que han subido con fuerza al cierre, un 3,23%, después de que Buffett haya reconocido que durante el primer trimestre del año ha comprado acciones de la compañía. “He sido un idiota por no haber comprado antes”, ha asegurado el magnate inversor.
Con la subida de este jueves, Amazon suma una revalorización del 25% en lo que va de año en bolsa,
Sus palabras son solo un aperitivo de la reunión anual que Berkshire Hathaway celebra este fin de semana en Omaha (Nebraska), donde el ‘gurú financiero’ desvelará las claves de su estrategia y responderá a las preguntas de sus más fervientes seguidores.
La entrada del ‘gurú financiero’ en Amazon, cuyas acciones cotizan ya a 1.962 dólares, consolida, además, la relación entre el brazo inversor de Buffett y la compañía de Bezos. Ambos son socios junto con JP Morgan en la empresa de atención sanitaria que los tres grupos lanzaron para proporcionar pólizas sanitarias a sus empleados, que en conjunto representan una fuerza laboral de casi un millón de personas, y sus familiares.
El inversor, que ha evitado casi durante toda su vida profesional la inversión en las grandes tecnológicas al asegurar que no entendía ni sus productos ni sus mercados, ya cambió de parecer al entrar en 2016 en el capital de Apple, compañía que, aunque ha reducido posiciones, sigue manteniendo en cartera.
Su peor experiencia con la industria fue con su inversión de 10.000 millones de dólares en IBM, empresa en la que entró en 2011 y en la que llegó a poseer 81 millones de acciones, un 8,5% del capital, valorados en 13.500 millones de dólares en 2016. Sin embargo, las pérdidas de la compañía ese año y los siguientes obligaron al magnate a reducir su participación a la más mínima expresión.