Lo que comenzó como una sesión de fuertes caídas ha terminado siendo una sesión de menos caídas. Las ventas se agolparon tras el toque de campana, una reacción a las desafortunadas declaraciones del presidente estadounidense. Donal Trump anunció una subida de aranceles del 10% al 25% para productos tecnológicos procedentes de China por valor de 250.000 millones de dólares. El miedo a que la mesa de negociaciones para la paz comercial entre EEUU y el país asiático saltase por los aires cayó como una losa sobre los índices neoyorquinos. Pero China contribuyó a calmar algo los ánimos, al confirmar que seguirá adelante con las negociaciones.
El Dow Jones que vió peligrar hasta 400 puntos cerró con un descenso de dos décimas y se quedó en 26.438 puntos. El que más sufrió fue el tecnológico Nasdaq, pues sus compañías pueden ser las más afectadas por los nuevos aranceles al sector. Su gráfica retrocedió medio punto porcentual hasta los 8.123 puntos, si bien llegó a perder incluso la cota de los 8.000 enteros. El S&P también cerró en rojo, unas cuatro décimas que le llevaron hasta los 2.932 puntos.
Por si el vuelco que ha dado la negociación de aranceles con China no fuera protagonista por sí solo, la agenda macroeconómica de la sesión carece de referencias de calado para la economía estadounidense. Apenas cabe destacar el índice de tendencias de empleo de la Conference Board, que los analistas esperan que se mantenga en fase expansiva después de los datos de paro publicados hace menos de una semana.
En la pugna por el control de la petrolera Anadarko, que subió casi un 4% en Wall Street, hay novedades. Occidental Petroleum ha mejorado la oferta por su rival desde 38 hasta 59 dólares en efectivo por acción, más 0,2934 títulos propios. Esta nueva ecuación ha sido aprobada por unanimidad en el consejo de Occidental (-1%), que así mejora en un 23,3% el precio que había alcanzado Chevron (+1%) con su contraopa. Además de este golpe de efecto sobre su competidora, ha alcanzado un acuerdo con la francesa Total para comprar activos de Anadarko en África por 8.800 millones de dólares.
El foco de la sesión vuelve a situarse una jornada más también sobre Kraft Heinz. La compañía de alimentación consiguió anotarse un 0,6% después de haber anunciado que reformulará sus cuentas anuales de 2016 y 2017, así como las de los nueve primeros meses de su último ejercicio fiscal. Todo ello mientras reconoce el hallazgo de “ciertos errores” de contabilidad en el curso de una investigación en profundidad de sus finanzas que, aunque asegura que está “sustancialmente completa”, no permitirá por ahora presentar las cifras de cierre de 2018 ni las del primer trimestre de este año.
Una de las firmas que debe pasar este trago es Berkshire Hathaway, el brazo inversor del magnate Warren Buffett. Las acciones B de la compañía cayeron un 2,4% esta sesión de lunes en la que, además, toca encajar los mensajes que el sábado lanzaron el conocido como ‘Oráculo de Omaha’ y sus hombres de confianza. Entre los mensajes más destacados, un profundo interés por la inversión en energía eólica y rechazo total hacia el universo de las criptomonedas.