23 de mayo de 2018. El Ibex 35 cierra en los 10.025 puntos. No parece demasiado. Prácticamente el mismo nivel al que había cerrado 2017 -10.043 puntos- y muy por debajo de los 10.600 puntos vistos en enero de ese y de los 11.000 puntos a los que el índice de referencia de los mercados españoles aspiraba en 2018.
Un año después, sin embargo, aquellos 10.025 puntos parecen una cosa muy distinta. Porque aquella fue la última vez que el Ibex cerró una sesión por encima del 10.000. En las dos sesiones siguientes, las del 24 y el 25 de mayo, llegó a tocarlos durante la jornada, pero la finalizó ya por debajo. Y el índice lleva desde entonces sin ‘catar’ el 10.000. Un año entero.
Es más, es que por el camino ha llegado a caer hasta los 8.365 puntos a los que se deslizó en diciembre y aún ahora está más cerca y más pendiente del 9.000 y de niveles próximos a esta cota que del 10.000. Este miércoles ha acabado en los 9.232 puntos. Y eso que el año no está yendo mal, puesto que hasta la fecha suma un 8,5%.
Pero con el 10.000 no hay forma. Todo lo más que ha conseguido este 2019 ha sido acercarse, que no tocar, al 9.600 y desde hace un año acumula un descenso próximo al 8%.
LAS AYUDAS QUE NECESITA
Hace un mes, el índice aspiraba a que los resultados del primer trimestre le dieran el empujón preciso para atreverse con el 10.000. Pero tampoco. Al contrario, han dejado más dudas, sobre todo en el sector con más peso en el Ibex y cuya debilidad en el último año en el parqué ha sido determinante a la hora de mantenerlo alejado de esa cota.
Se trata de la banca, que no termina de despegar en bolsa y sigue sufriendo episodios periódicos de debilidad a la espera de una subida de los tipos de interés que nunca termina de llegar y que, como pronto, vendrá a final de año… aunque el mercado da por hecho que el Banco Central Europeo (BCE) no lo hará, como pronto, hasta 2020.
Con respecto a los precios de hace un año, el comportamiento bursátil de los seis bancos del Ibex resulta elocuente. En este intervalo, Banco Santander ha caído en bolsa un 22%; BBVA, un 23%; Bankinter, un 25%; CaixaBank, un 33%; y Banco Sabadell y Bankia, un 36%.
Al mismo tiempo, el Ibex también echa en falta una mayor aportación de varios de sus pesos pesados. Además de los descensos de los grandes bancos, en el último año Inditex ha cedido un 7%; Repsol, un 8%; y Telefónica, un 9%.
Hay excepciones, eso sí. La principal, la de Iberdrola, que acumula una revalorización del 32% en el último año. También sube Amadeus, un 6%.
A partir de ahí, el índice español comparte motivos con otros mercados para su errática marcha del último año. La incertidumbre sobre el Brexit, la tensión comercial entre EEUU y China y el temor a una desaceleración económica más brusca de lo esperado, que incluso desemboque en una recesión, nutren los vaivenes y el retorno de la volatilidad y las ventas preventivas.