Jornada negra para las aerolíneas en bolsa. El sector se desploma en bloque después de que el gigante alemán Lufthansa haya anunciado una rebaja en sus previsiones de beneficio para 2019, ante la presión sobre los precios en los vuelos en Europa por el exceso de capacidades y el agresivo crecimiento de los competidores de bajo coste.
Este ‘profit warning’ en toda regla ha hundido la cotización de la compañía un 11,6%, hasta 15,64 euros. De nada ha servido que la aerolínea germana asegurase que, pese a las dificultades, “el negocio de vuelos de largo radio continúa siendo fuerte, en concreto las rutas transatlánticas y asiáticas”. Los inversores se han lanzado a las ventas sobre este tipo de valores en toda Europa, en un momento en el que la reciente subida del precio del petróleo también mantiene en jaque a la industria por el incremento del precio del combustible.
En la bolsa española, los títulos de IAG han caído un 2,9%, aunque han logrado salvar por tres céntimos la cota de los 5 euros por acción. Las pérdidas se extienden por todos los competidores europeos, con caídas del 4,3% para Air France KLM, del 4,6% para Ryanair o de casi el 2,6% para Wizz Air Holding, cotizada en Londres.
Los inversores temen que estas compañías sigan los pasos de Lufthansa que, en concreto, cree que ahora registrará un incremento del beneficio operativo de entre el 5,5% y el 6,5% a final del año, frente al rango de entre el 6,5% y el 8% que estimaba hasta ahora. Esta rebaja dará como resultado un beneficio operativo antes de extraordinarios entre 2.000 y 2.400 millones de euros. La compañía ha hecho especial hincapié en la presión de precios que sufre en países como Alemania y Austria, debido al exceso de capacidad en el mercado.
En concreto, Lufthansa considera que los competidores de bajo coste están dispuestos a tener notables pérdidas para ampliar su cuota de mercado, “lo que presiona los precios y los ingresos del grupo”, también en Eurowings.