Los índices europeos han logrado apuntarse una sesión de menos a más apoyados en los datos macroeconómicos y las novedades sobre el juego de tronos de Europa y la estabilidad de los aranceles. El Ibex 35 ha conseguido no solo echar el lazo a los 9.300 puntos, sino que con un avance del 1,22% ha logrado alcanzar los 9.394,4 puntos.
Máximos desde el pasado 3 de mayo, justo antes de que el índice iniciase su último tramo bajista. En algunos cruces hasta ha mirado por encima de los 9.400 enteros. El mercado comienza a descontar nuevos estímulos monetarios en la Eurozona y todo lo demás pasa a un segundo plano.
Tanto ha sido así que hasta la banca ha conseguido sacudirse el generalizado recorte de precios objetivo propinado por Jefferies, que ha tenido un especial castigo para Bankia y presionaba a la baja en la apertura a todos sus valores. Los inversores han preferido atender a la designación de Christine Lagarde para presidir el Banco Central Europeo (BCE), un nombramiento que apunta no solo a la continuidad con las políticas de Mario Draghi, si no a la profundización en la flexibilización monetaria. No obstante, la noticia ha sorprendido a buena parte de la industria por la inexperiencia que la francesa tiene al frente de instituciones emisoras.
Entre estas dos novedades, los bancos amanecían titubeantes, pero las ganancias se han ido imponiendo. Tanto que Bankia ha pasado de ser colista del índice a cerrar como el segundo valor más alcista, con una ganancia del 3,26% hasta los 2,121 euros por acción. CaixaBank ha remontado un 2,57% hasta los 2,55 euros. Por delante de las dos entidades, solo MásMóvil, que sumado un 4,38%.
En el caso del Santander, otros dos factores pesan en la balanza de su cotización: las últimas decisiones en torno a la causa judicial por la absorción del Popular y la demanda que le habría presentado Andrea Orcel, el banquero italiano que fue señalado como consejero delegado de la entidad y que nunca llegó a poder tomar posesión de su puesto. Ha cerrado con alzas del 1,75%.
Por el terreno macroeconómico, los índices PMI del sector servicios han traído un alivio después del fiasco de los manufactureros de hace solo unos días. El compuesto de la Eurozona ha subido hasta los 52,2 puntos, de manera que hasta ha batido las previsiones de consenso en una décima. Además el de servicios se ha elevado hasta los 53,6 puntos y ha marcado su mejor cota desde octubre impulsado, fundamentalmente, por las cifras de España y Alemania.
Como relevo a la banca, Repsol (-1,18%), ArcelorMittal (-0,87%) y Cie Automotive (-0,81%) han sido los valores más rezagados del índice madrileño. La lista de bajistas, que ha sido corta, la han completado Ence (-0,56%) y Acerinox (-0,54%).
Los inversores también siguen de cerca a Iberdrola, pues la de hoy es la última sesión en la que hacerse con acciones de la compañía eléctrica con derecho a cobrar su dividendo complementario, que eleva la retribución de la compañía un 7,7% por encima del año pasado. Lo mismo en IAG, que este lunes desembolsará un dividendo de 0,515 euros brutos por título que se traducen en una rentabilidad de casi el 10% frente a la actual cotización del grupo de aerolíneas.
En el mercado secundario de renta fija, el nombramiento de Lagarde conduce a los bonos españoles hasta el 0,22% de rentabilidad, un nuevo mínimo histórico. Los 'bunds' alemanes de referencia ahondan en negativo hasta el -0,39% a favor de Berlín, con lo que la prima de riesgo se establece en los 60 puntos básicos.
Aquí lo que también ha pesado para bien es que Bruselas ha declinado finalmente la posibilidad de abrir un expediente sancionador contra Italia por el manejo de sus finanzas públicas. El resultado ha llegado también en forma de tipos negativos para los bonos españoles a siete años.