Wall Street retoma la actividad tras día y medio de vacaciones y con la vista puesta en los datos de empleo. Vuelve a abrir sus puertas después de que sus tres principales indicadores marcaran nuevos máximos históricos en la sesión del miércoles. En concreto, el Dow Jones alcanzó el miércoles los 26.966 puntos, mientras que el S&P 500 marcó máximos en 2.995 enteros. El Nasdaq también cerró en sus niveles más altos, en 8.170 puntos. Fue la primera vez, desde el 26 de enero de 2018, que los tres indicadores renuevan máximos en la misma sesión.
Pero hoy no les han ido tan bien las cosas. El dato de empleo aguó la fiesta y eso que las nóminas no agrícolas creadas superaron las expectativas, 224.000 nuevos trabajos frente a los 170.000 previstos. Ante ello los inversores recogen beneficios.
Y es que ese mejor dato siembra dudas, especialmente sobre la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) rebaje finalmente los tipos de interés en su reunión de este mes de julio. En resumen: las buenas noticias para la economía son, hoy por hoy, malas para un mercado que descuenta desde hace tiempo esa nueva ‘ayuda’ por parte del organismo monetario.
De hecho, el consenso daba una posibilidad del 25% a que la Fed recortase los tipos de interés en 50 puntos básicos pero, tras conocerse la referencia del empleo, esa probabilidad ha bajado al 15,2%, según datos recopilados por Marketwatch.
En este escenario, el Dow Jones cede un 0,16% hasta los 26.922 puntos, mientras que el S&P 500 baja un 0,18% hasta 2.990 puntos. Por su parte, el tecnológico Nasdaq se deja un 0,1% a 8.161 puntos.
Dentro del índice de industriales destacan las subidas de los bancos. El sector financiero recoge de buen grado el impacto que el dato de empleo puede tener sobre la política monetaria. Goldman Sachs es el que más sube del Dow Jones, un 0,9% mientras que JP Morgan lo hace un 0,6%.
Entre los valores con mayores oscilaciones destaca Qualcomm, cuyos títulos han pasado de caer más de un 3% liderando los descensos del sector de los semiconductores a cerrar planos.
Las compañías del sector han reaccionado a la baja después de que el fabricante Samsung advirtiese de una caída del 56% en sus beneficios del segundo trimestre, ante la caída de la demanda.