Bankinter recibió la pasada semana el visto bueno de la agencia de calificación Moody's, que elevó en un escalón la nota crediticia a largo plazo del banco más solvente de España, desde “Baa2“ a “Baa1”, con perspectiva estable. La decisión de la agencia viene ‘como agua de mayo’ al banco tras las correcciones que ha sufrido en las últimas sesiones, como el resto del sector, ante la incertidumbre sobre la inflación en Europa y la posible bajada de tipos de interés en EEUU.
Las entidades bancarias no gozan del mejor escenario posible en estos días, pero la buena gestión del banco brilla y la agencia americana lo ha tenido en cuenta para mejorar su rating.
A nivel técnico, y tras alcanzar el máximo anual en los 7,68 euros por acción, la tendencia bajista continúa incluso con mayor volumen vendedor en su cotización, con la estructura de máximos-mínimos decrecientes que, junto con las medias móviles de 20 y 50 sesiones, confirman la debilidad del valor.
En el corto plazo tras el rebote alcista y alcanzar los 6,56 euros, su cotización no ha podido continuar con el rebote y ya ha perforado los niveles del 38,2% de Fibonacci con bastante volumen vendedor, lo que implica en la sesión la oportunidad de abrir 'cortos' y así continuar con la tendencia bajista de corto, medio y largo plazo.
A corto plazo, el escenario continúa siendo bajista, donde el título mira más a un posible ataque a mínimos a los 5,81 euros por acción que a un rebote.