Llegó el momento. BBVA pondrá este miércoles punto y final a la temporada de resultados de la gran banca cotizada. Y lo hará apenas dos días después de que el juez Manuel García Castellón decidiese imputar a la entidad por los delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción por el ‘caso Villarejo’.
El consejero delegado del banco, Onur Genç, será el encargado de presentar las cuentas del primer semestre, para las que los analistas anticipan un beneficio de 2.395 millones de euros hasta junio, un 9,5% menos que en el mismo periodo de 2018.
Más allá de los números, la trama de las escuchas copará el protagonismo del encuentro, ante el severo riesgo reputacional que el caso implica no solo para BBVA, sino para todo el sector financiero español. Sin embargo, no se espera que los directivos del banco aporten grandes novedades más allá del mensaje que el presidente Carlos Torres repite desde hace meses: que la entidad está colaborando con la justicia y que quieren llegar hasta el fondo del asunto.
Los expertos indican que, ante el riesgo de que la Audiciencia Nacional acabe por llamar al propio Carlos Torres a declarar, los directivos optarán esta vez por mantener un perfil bajo frente a la férrea defensa que, en presentaciones anteriores, han realizado sobre la figura del expresidente de la entidad, Francisco González. “Yo le creo; es una persona de principios”, llegó a asegurar Torres en febrero, durante la presentación de cuentas de 2018.
PRESIÓN EN BOLSA
Los analistas señalan que el daño reputacional puede perjudicar al BBVA en bolsa. Pero lo cierto es que el ruido por su posible implicación en el ‘caso Tándem’ no ha afectado en exceso a su cotización. Al menos hasta ahora, que BBVA se mantenía como el único banco en positivo durante todo 2019, en un entorno de fuerte castigo al sector por el impacto de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). “Al tener un negocio tan bien diversificado, BBVA se ve menos afectado que otros por los bajos tipos de interés en Europa”, explica Sergio Ávila, analista de IG.
La entidad está a punto de perder ese 'privilegio' al caer más de un 3,5% en la sesión del martes. El desplome, generalizado en todo el mercado, ha dejado su cotización en 4,64 euros, frente a los 4,63 en los que despidió 2018. La entidad ha llegado a cotizar este año por encima de los 5,6 euros en sus mejores momentos. Pero los analistas han recortado de forma severa su precio objetivo en las últimas semanas. Ahora, consideran que el banco vale 5,72 euros por acción. Aunque el dato aún implica un potencial alcista de más del 20%, se aleja de los 6,04 euros que el consenso estimaba en abril para la entidad.
OBJETIVO: CUMPLIR LAS PREVISIONES
Para convencer a los inversores de que tiene todo ese potencial, BBVA tendrá que cumplir con las previsiones de beneficio y no decepcionar con sus resultados en Turquía y en México, “países en los que la desaceleración económica se empieza a notar”, advierte Ávila.
Por regiones, los analistas de Renta 4 Banco esperan que el negocio en España recoja “el impacto positivo de 130 millones de euros (netos de impuestos) de la liberación de provisiones, tras el cierre de la operación de venta de una cartera de créditos compuesta en su mayoría por créditos hipotecarios dudosos y fallidos”.
Respecto al margen de intereses del Grupo, anticipan una mínima recuperación hasta los 4.461 millones de euros. Los expertos consideran que el crecimiento de las comisiones no compensará el impacto de la aportación del banco al FUR (145 millones de euros) y de los menores ROF (resultados de operaciones financieras) esperados.
En cuanto al capital, el consenso recopilado por Renta 4 Banco estima una mejora del CET 1 ‘fully loaded’ del 11,45% frente al 11,35% del primer trimestre. Sin embargo, advierten de que “el banco tiene pendiente de recoger un impacto de entre 20 y 30 puntos básicos de capital para el conjunto del año para la aplicación del TRIM (la revisión de los modelos internos de capital que está realizando el BCE).