No hay paz para los mercados. La guerra comercial, la tensión política en Argentina, Italia y Hong Kong tienen a los inversores al borde de un ataque de nervios. La sesión que este martes amanecía en Europa a la búsqueda del rebote se ha ido torciendo hasta la media sesión y no ha sido hasta la recta final que ha logrado enderezar el rumbo al alza gracias al retraso en la aplicación de aranceles que China ha anunciado para un nutrido grupo de bienes procedentes de China.
Con este panorama, el Ibex 35 ha pasado de sufrir pérdidas del 1% que dejaban su gráfica al filo de perder los 8.600 puntos a cotizar por encima del 8.700 hasta quedarse en los 8.695,1 puntos al cierre de una sesión en la que ha ganado un 0,22%. El parqué madrileño se ha sacudido así, aunque solo en parte, la brusca caída de los mercados argentinos con las noticias llegadas desde EEUU, donde el Gobierno no prevé ahora establecer nuevos aranceles a China antes del próximo 15 de diciembre. Una generosa prórroga de dos meses y medio en los que los analistas aguardan que ambos países puedan acercar posturas.
En medio de estas idas y venidas, los bancos han sido de los valores más marcados por la volatilidad. Al final, sus representantes en el índice español se han repartido a un lado y otro de la tabla de revalorizaciones. CaixaBank ha cedido un 1,14% hasta los 2,08 euros por acción, mientras que BBVA ha logrado repuntar un 1,8% hasta los 4,35 euros. Bankia y Sabadell han cerrado prácticamente en empate con ganancias del 1,3%.
"La preocupación por los posibles controles de capital y la capacidad o voluntad de una nueva administración de continuar con el programa del FMI ha provocado una presión considerable sobre los activos argentinos en la actualidad", indica Edwin Gutiérrez, director de deuda soberana emergente de Aberdeen Standard Investments. Un temor que despúes ha dado paso a cierta relajación gracias al anuncido de que el retraso en la aplicación de nuevos aranceles a China se ha traducido en el regreso de las negociaciones de "alto nivel" entre Washington y Pekín con el fin de establecer una paz comercial duradera.
A pesar de este golpe de efecto, los mercados europeos han encontrado menos argumentos para el rebote que los americanos. Un ritmo al ralentí que los analistas han achacado al débil dato de confianza del índice Zew alemán, uno de los indicadores adelantados más seguidos por los expertos de la inversión. En su referencia para el mes de agosto, ha caído a su nivel más bajo desde diciembre de 2011: 44,1 puntos negativos , frente a los -24,5 del mes anterior, muy por debajo de la media histórica de 21,6 puntos.
Los bandazos de precio de la banca no han situado a ninguno de sus valores ni en el podio alcista ni el bajista de la jornada. El honor de las primeras posiciones se lo han apuntado ArcelorMittal (+5,3%), Ence (+4,76%) y Cie Automotive (+2,58%), tres valores habitualmente marcados por las novedades en torno a la guerra comercial. Al otro extremo, Cellnex (-2,49%), Aena (-1,55%) y Amadeus (-1,16%) se han llevado la peor parte.
La tecnológica Indra ha logrado esquivar las pérdidas de primera hora para acabar con subidas del 0,14% pese a que los analistas de Credit Suisse han recortado su recomendación sobre el valor. Sus títulos han echado el cierre en 7,21 euros frente a los 8 euros en los que la firma de análisis valora ahora a la compañía, desde los 10 euros anteriores.
Por el mercado secundario de renta fija, los inversores también han templado ánimos y la prima de riesgo española se ha relajado hasta los 82 puntos básicos. Los bonos a diez años marcan una rentabilidad del 0,21% frente al 0,61% al que se precipitan los 'bunds' alemanes de referencia. El castigo a la deuda argentina prosigue con fuerza mientras que la Bolsa de Buenos Aires se apunta el rebote de los cazadores de gangas.