La estampida no frena. La sangría se perpetúa en las sicavs españolas mientras sigue sin estar claro si habrá pacto de Gobierno o repetición de elecciones. Desde que Pedro Sánchez es presidente en funciones, las dudas sobre cuál podría ser el programa económico a desplegar han espoleado la salida de otros 417 millones de euros de estos vehículos.
Es bien sabido que la incertidumbre es enemiga de los mercados, una máxima que se repite en el caso de las sicavs (sociedades de inversión de capital variable) a lo hora de medir su desempeño. Sin embargo, las positivas cifras de patrimonio y rendimiento muestran que no es este el problema que está provocando un éxodo sin remedio que se extiende ya por los últimos 11 meses, según los datos recopilados por la consultora especializada VDOS. El motor de esta huida de inversores no es otro que el temor a un eventual Gobierno que modifique el marco normativo por el que estos vehículos se rigen y, fundamentalmente, su fiscalidad.
Este miedo es el que ha provocado que los reembolsos se hayan venido repitiendo en las sicavs españolas mes tras mes desde que el socialista Sánchez se vio en la obligación de convocar elecciones anticipadas por haber sido incapaz de sacar adelante sus Presupuestos para este 2019. La caída del Gobierno se tradujo el pasado marzo en la retirada de 107,6 millones de euros de estas sociedades de inversión, una huida que se ha mantenido mes tras mes con distinta intensidad desde entonces hasta llegar a los 43 millones de euros de este último julio, tal y como muestran las últimas estadísticas difundidas por la firma especializada.
El patrimonio de las sicavs se mantiene estable en torno a los 30 millones de euros, lo que indica el acierto de sus gestores para conseguir rentabilidad suficiente como para paliar el golpe de la retirada de capitales
La cifra de reembolsos acumulada en estos cinco meses de ‘desgobierno’ en España es equivalente a lo que vale en bolsa una compañía como eDreams Odigeo, el buscador online de servicios turísticos. Una magnitud que, sin embargo, se queda muy corta si el periodo de referencia se extiende a todo el tiempo que Pedro Sánchez ha pasado ya como inquilino del Palacio de la Moncloa.
Desde que en junio del año pasado el líder de la bancada socialista accedió a la presidencia del Gobierno por medio de una moción de censura al popular Mariano Rajoy, la retirada de capital de las sicavs asciende ya a nada menos que 1.281 millones de euros. La cifra récord que arroja el balance de VDOS es bastante similar a la capitalización que actualmente acumula un valor refugio en tiempos de turbulencia como la histórica Faes Farma.
El ritmo de huida desde que Pedro Sánchez es presidente de Gobierno alcanza los 91,5 millones de euros al mes. Las dificultades que está encontrando para revalidarse en el puesto han pasado de espolear la salida de capitales en un principio a una estrategia más de esperar y ver en los últimos meses que se traduce en unas retiradas netas mensuales que desde marzo han aflojado tímidamente hacia una media de 83,4 millones de euros de media.
Aunque las comparativas son complicadas porque a las circunstancias de índole político se deben sumar las de volatilidad y sentimiento del mercado, lo cierto es que las cifras dejan en evidencia el malestar que los accionistas de estas sociedades de inversión tienen en la situación actual. Como muestra: desde enero de 2016, cuando dio comienzo la breve XI Legislatura en la que no se alcanzó a formar Gobierno y Rajoy siguió ejerciendo en funciones, hasta la caída de este último el pasado mes de junio, las sicavs captaron 172 millones de euros, lo que supone un ritmo medio de entrada de casi seis millones netos al mes.
14 MESES EN LA MONCLOA
Frente a los números anteriores, de los 14 meses cumplidos que lleva Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, en 13 se han producido reembolsos netos de capital en las sicavs españolas. La única excepción es agosto de 2018, y solo entraron 4,3 millones de euros netos, según los registros de VDOS. Casi pleno de huida inversora en el vehículo que se ha convertido en la bestia negra de los socialistas y sus muchas veces aliados de Podemos.
Estos vehículos, habitualmente empleados por las grandes fortunas para movilizar sus inversiones, se han convertido en el blanco de ambos partidos en su lucha contra la evasión fiscal y el blanqueo de capitales. Y es que, aunque llevan en la diana de los políticos desde la campaña electoral de 2015, las alusiones directas a estas sociedades se han multiplicado en el último año. Un tiempo que, además, coincide con el regreso de la volatilidad al mercado y la proliferación de focos de tensión geopolítica por todo el globo.
La industria teme que, en función de los apoyos que Sánchez pueda recibir para revalidar como presidente, se desate una "caza de brujas" en las sicavs españolas
En este contexto, desde el sector se atribuye una parte de esta huida a la búsqueda de liquidez de los inversores y a la retirada hacia activos refugio, pero sobre todo a la incertidumbre fiscal y de supervisión generada en torno a estas sociedades. El detonante se ubica en el pacto alcanzado en noviembre entre el todavía inquilino de La Moncloa y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que apuntaba directamente hacia un cambio en la norma de tributación de las sicavs. Ese mes, la estampida fue de 199,5 millones de euros, récord en la serie histórica de, al menos, los tres últimos años.
Por si hubiera sido poco, el pasado enero se anunció a bombo y platillo que la supervisión de estas sociedades de inversión pasaba de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la Agencia Tributaria. Una iniciativa que no pilló de sorpresa a los inversores, pero sí que generó el miedo a una eventual caza de brujas que se tradujo en reembolsos netos por otros 73,6 millones de euros en aquel mes.