Las fuertes subidas del precio del petróleo, que ha llegado a anotarse su mayor rally en casi tres décadas tras los presuntos ataques de Irán a una refinería en Arabia Saudí, impulsan en bolsa a Repsol. Las acciones de la petrolera española se anotan unas ganancias del 2,3% en los primeros compases de la negociación de un Ibex que retrocede un 0,6%, liderando las ganancias del selectivo.
Además hoy, los analistas de Berenberg han recortado el precio objetivo de la compañía que preside Antonio Brufau desde los 18 euros hasta los 17 euros por título, un 26% por encima del cierre de la última sesión.
La otra cara de la moneda la protagonizan las aerolíneas. En la bolsa española, IAG sufre un retroceso del 3%.
Dia ha multiplicado por 14 sus pérdidas en el primer semestre del año, hasta los 418,6 millones de euros, un periodo marcado por la incertidumbre sobre su viabilidad debido a sus problemas financieros. Sus ventas brutas cayeron un 18,3%, las netas un 7% y su Ebitda se desplomó un 83%. La cadena de supermercados ha atribuido estos malos resultados al expediente de regulación de empleo en España, la falta de stock en las tiendas y el cierre de 663 tiendas deficitarias. Sus acciones inician la sesión en el parqué con un retroceso de casi el 1%.
También en el terreno de las recomendaciones, los analistas de JP Morgan han recortado el precio objetivo de Catalana Occidente hasta los 40 euros por acción desde los 50 euros anteriores. La nueva valoración limita el potencial de revalorización de la aseguradora al 26%, según los precios de cierre del pasado viernes. La compañía arranca la jornada en bolsa con un avance de medio punto porcentual.
Mientras, en el terreno de las operaciones corporativas, El Confidencial informa hoy de que Telefónica está analizando la potencial compra de Oi, su rival brasileño, que pasa por un momento financiero muy delicado tras entrar en quiebra y ser rescatado en 2016. Según este diario, la multinacional española ya habría contratado a un banco de inversión como asesor para que le ayude en la compra parcial o total de la operadora brasileña, que el pasado mes de agosto presentó unas pérdidas de 1.500 millones de reales (unos 353 millones de euros) en el segundo trimestre.