Wall Street vuelve a vivir una sesión de nerviosismo traducida en fuertes pérdidas. El Dow Jones pierde 495 puntos y, en lugar de coquetear con los 27.000 puntos, temblaron los 26.000 puntos en algún momento de la sesión. Al final cerró en 26.078. El S&P 500 también se aleja por un amplio margen de su lucha por reconquistar los 3.000 puntos y cierra en 2.887 tras perder un 1,8%. El Nasdaq pierde un 1,6% y acaba en los 7.785.

Si el martes fue el débil dato de actividad en la industria manufacturera lo que provocaba el paso por caja de los inversores, este miércoles la retirada se debe a los síntomas de debilidad del mercado laboral. A pesar de que esta batería de datos ayuda a que la Reserva Federal (Fed) se reafirme en la necesidad de desplegar nuevos estímulos, la falta de solidez que reflejan en la economía estadounidense preocupa a gestores, analistas e inversores. El fantasma de la recesión vuelve.

Sin lugar a dudas, la referencia más destacada en el terreno macroeconómico está en el informe ADP de empleo de septiembre. El consenso de los economistas aguardaba la creación de 140.00 empleos no agrícolas, sensiblemente por debajo de los 195.000 puestos del mes anterior. Sin embargo, la cifra ha sido aún menor: 135.000 nuevos puestos, lo que revela una mayor lentitud en las nuevas contrataciones.

Los datos de concesión de hipotecas e inventarios de petróleo crudo y refinados pasan a un segundo plano. A la debilidad macro se suma la mala acogida que ha tenido entre los inversores europeos la nueva hoja de ruta para el Brexit del primer ministro británico Boris Johnson. Su presentación ha sido la puerta a caídas más profundas para las plazas bursátiles europeas.

La temporada de resultados hace escala en Lennar. La inmobiliaria ha anunciado una mejora del 13% en el beneficio de su tercer trimestre fiscal, hasta los 513,4 millones de dólares. Las ganancias por acción han ascendido hasta los 1,59 dólares, frente a los 1,32 dólares que aguardaba el consenso de analistas de FactSet. Sus títulos encajan estas cifras con alzas a contracorriente del 3,8%.

El foco de la sesión se coloca sobre Coca-Cola Co, que ha anunciado el lanzamiento de su bebida energética propia en EEUU en enero. El producto, que ya está disponible en 25 países como Japón y Australia, desembarcará en EEUU después de haber ganado una compleja batalla legal contra Monster Beverage, la reina del segmento. Las acciones de esta última encajan la noticia de mayor competencia con caídas del 2,3%, mientras que las de la primera se deja un 2,8%.

Los inversores también vigilan al conglomerado General Electric, que cae un 1% después de conocerse que ha acordado pagar una multa superior a los 2,7 millones de dólares al Gobierno de EEUU por una “aparente” violación de las sanciones económicas que mantienen el embargo hacia Cuba. Así lo ha informado este miércoles el Departamento del Tesoro.

En el terreno de las operaciones corporativas, Blackstone ha anunciado la compra -a través de uno de sus vehículos de inversión inmobiliaria y en colaboración con la firma Centerbridge Partners- de un 65% de la hotelera Great World Resorts. La adquisición de esta participación de control se llevará a cabo a través de una nueva sociedad conjunta a la que aportarán 2.900 millones de dólares. La firma de inversión pierde un 1,17% en la Bolsa de Nueva York.