Una hora y media menos de bolsa al día. Eso es lo que piden a los parqués europeos la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME), integrado fundamentalmente por bancos, y la Asociación de Inversores (IA), formada por gestoras e inversores profesionales. Así se lo han reclamado a London Stock Exchange (LSE) y a las sociedades rectoras de otros mercados oficiales de renta variable del Viejo Continente.
Las dos asociaciones han firmado un manifiesto en el que alegan que al limitar la negociación de valores de las 10:00 a las 17:00 horas, las bolsas europeas ganarían eficiencia. Su petición, que lleva tiempo sonando en diversos foros financieros, ha visto la luz este jueves.
En su carta dirigida a la sociedad rectora de la Bolsa de Londres y a las de otras plazas europeas, se apunta que "actualmente, la primera hora de negociación, por lo general, atrae poca liquidez y, por lo tanto, es un momento más caro para operar". En su lugar, apuntan que "la última hora atrae alrededor del 35% del volumen total diario". Una disparidad que da muestra de los picos y valles de volumen que se producen en una sesión tan prolongada como la europea.
Tanto los banqueros como los inversores firmantes de la misiva coinciden en que "la modificación del horario concentraría la liquidez", lo que a su vez se traduciría en "unos costes de negociación más coherentes" a lo largo de toda la sesión. Un punto que, además, se ha vuelto determinante con la entrada en vigor de las normas de mejor ejecución que ha introducido la directiva MiFID II.
Además, apuntan que los inversores contarían con "más tiempo para asimilar y gestionar los anuncios corporativos", que a menudo se producen pocos minutos antes de la apertura de las bolsas en Europa o, a veces incluso, con la subasta de apertura ya en curso. Esto último también acostumbra a ser sinónimo de una mayor volatilidad en los primeros compases de la negociación en su horario actual: de 9:00 a 17:30 horas.
Más allá de estas cuestiones de puro mercado, los solicitantes de unas sesiones más cortas apuntan que "la cultura de largas jornadas laborales" que esto implica "repercute en la salud mental y en el bienestar de los trabajadores de la industria", al tiempo que supone uno de sus principales "obstáculos para atraer y retener talento". En este sentido, recuerdan que la sesión de ocho horas y media en Europa es de largo mucho más prolongada que la de las bolsas asiáticas (seis horas) o estadounidenses (seis horas y media).
La directora de mercados de capitales de AI, Galina Dimitrova, defiende que la reducción del horario formal de negociación "podría traer beneficios significativos a los trabajadores y las empresas" a la par que "dar lugar a un cambio radical hacia unos mercados más eficientes en beneficio de los ahorradores y de aquellos que los gestionan".