Habla con la tranquilidad que proporciona una dilatada experiencia en el mundo de los fondos de inversión y el respaldo de una casa, Flossbach von Storch, con unos principios muy claros. Por eso, Javier Ruiz Villabrille, director para España de la gestora alemana, manda mensajes muy concretos. Y sencillos. Como los relativos a la necesidad de que los ahorradores den una oportunidad a la inversión -"Es fundamental, pero no para la industria, sino por su popio interés"- o a la búsqueda de compañías que puedan beneficiarse de las 'megatendencias' sociales y ambientales surgidas en los últimos tiempos, tarea para lo que expone una receta cargada de vieja escuela: "Empresas sólidas y con visión largoplacista".
Pregunta (P.): El año afronta ya su recta final, ¿qué balance hace de lo visto en los mercados? ¿Ha sido un año mejor de lo esperado tras el mal sabor de boca de 2018?
Respuesta (R.): A día de hoy, cuando uno mira las rentabilidades que registran prácticamente todas las clases de activos, se puede decir que el año ha sido muy positivo. Sin embargo, parece que los inversores no lo han aprovechado del todo. No olvidemos que el primer salto en los mercados fue en los primeros meses y mucha gente estaba fuera de mercado después de la debacle de finales de 2018.
Luego, en el transcurso del ejercicio ha habido algunos vaivenes que han cogido a muchos inversores con el pie cambiado. Paradójicamente, los mejores resultados los han obtenido aquellos que construyeron una cartera sólida a finales del año pasado, cuando realmente había gangas, y luego no han tenido que ir 'corriendo' detrás del mercado.
"Invertir en bolsa no es otra cosa que comprar 'trocitos' de empresas y, como dueño, participar del beneficio que generen. No es especulación. No es apostar, se trata simplemente de convertirte en dueño de la empresa en la que inviertes"
P.: La industria financiera está volcada en convertir al ahorrador en inversor. ¿Por qué es necesaria esta transformación? ¿Es posible lograrla?
R.: Es fundamental. Pero no para el mantenimiento de la industria, sino por el interés de los propios particulares. Actualmente, si tenemos una certidumbre es que los tipos van a estar en niveles bajos durante un periodo muy prolongado de tiempo. Partiendo de esa premisa, no tiene ningún sentido que el saldo de dinero en cuentas y depósitos esté en máximos. Ese dinero parado está perdiendo valor día a día.
La clave para lograrlo es la educación y la formación. La mayoría de la gente tiene la idea de que los mercados financieros son poco menos que un casino donde sólo gana la banca. Puede parecer simplista, pero invertir en bolsa no es otra cosa que comprar 'trocitos' de empresas y, como dueño, participar del beneficio que generen. No es especulación. No es apostar, se trata simplemente de convertirte en dueño de la empresa en la que inviertes.
P.: ¿Cómo o en qué tipo de activos o productos debería iniciarse un ahorrador en el mundo de la inversión?
R.: Sin duda alguna, el fondo de inversión es el mejor vehículo para todo tipo de inversores. Tanto desde un punto de vista del aprendiz como del que simplemente no quiere prestar demasiada atención a su inversión, yo diría que el ideal es un vehículo multiactivo global, gestionado por profesionales que sepan aprovechar las oportunidades que ofrezcan los distintos mercados y clases de activos. Todo ello ajustado a nuestro perfil, sabiendo cuánto podemos aguantar sin tirar la toalla.
Este punto es muy importante, hablábamos antes del año pasado y de todos esos inversores que se rindieron con las caídas finales. Se salieron de mercado y no han podido recuperar su inversión. Y es que muchas veces se habla de horizonte de inversión, de para qué invertimos ese dinero. Aunque lo tengamos claro, aunque sepamos que es para nuestra jubilación dentro de muchos años o para los estudios de los hijos, si entre medias perdemos el sueño con los movimientos de mercado, desharemos inversiones y no alcanzaremos el objetivo. Creo que es muy importante contar con alguien externo que nos asesore y nos ayude a mantener el rumbo.
P.: Vivimos en tiempos de tipos negativos, tensiones comerciales, Brexit, ralentización económica… ¿cómo encara la gestora este escenario, con qué estrategias?
R.: De todos esos puntos hay que distinguir lo que es ruido de lo que es estructural. Que vamos a tener un menor crecimiento a escala global es un hecho. Los altos niveles de deuda de las economías desarrolladas sumados a la evolución demográfica y los cambios en los patrones de consumo han reducido el potencial de crecimiento. También están aquí para quedarse las tensiones comerciales, la lucha por equilibrar las normas por las que se rigen los distintos actores del comercio global y, por qué no decirlo, el pulso por quién será la superpotencia hegemónica en las próximas décadas, que es algo con lo que tenemos que aprender a convivir.
"Si inviertes en empresas sólidas desde el punto de vista de negocio y de balance, empresas dirigidas con una visión largoplacista, seguro que van a tomar las medidas apropiadas para aprovechar las 'megatendencias'"
La consecuencia de todo esto es que los tipos bajos se van a mantener durante mucho tiempo. Eso tiene implicaciones a la hora de invertir. Fundamentalmente beneficia a los activos reales, bolsa y materias primas y va a exigir mucho más a los gestores de renta fija, que tendrán que ser muy activos para aprovechar las oportunidades.
P: Al mismo tiempo, y junto a los fenómenos de más corto plazo, el mundo asiste a otros de mayor alcance, como la mayor longevidad, el envejecimiento de la población, la revolución tecnológica o la mayor concienciación sobre la sostenibilidad del planeta. ¿Cómo se enfocan estas cuestiones desde Flossbach von Storch?
P.: En Flossbach von Storch nos dedicamos a analizar empresas, buscamos compañías sólidas capaces de generar caja en el tiempo. Esa solidez, esa previsibilidad en los beneficios, sólo se puede alcanzar si las empresas están posicionadas para aprovechar las oportunidades, si tienen la cultura empresarial para adaptarse a la evolución del mundo en términos de demanda. Las llamadas “macrotendencias” no son más que partes de ese cambio en la demanda futura global. Si inviertes en empresas sólidas desde el punto de vista de negocio y de balance, empresas dirigidas con una visión largoplacista, seguro que van a tomar las medidas apropiadas para aprovechar esas grandes tendencias, no es necesario tener un enfoque exclusivo en acciones específicas.
P.: ¿Qué escenario manejan para el próximo año?
R.: Se habla mucho de que el año que viene será peor que éste y la verdad es que no tiene porqué, al menos en lo que se refiere a los mercados. Si miramos las compañías, los beneficios siguen siendo sólidos y, descontando tensiones puntuales, no esperamos cambios sustanciales en la tendencia. La guerra comercial es algo con lo que tenemos que convivir y provocará altibajos en los próximos años. Predecir el resultado del culebrón del Brexit es imposible y, en cualquier caso, su impacto global no será significativo, con lo que no tiene demasiado sentido integrarlo en nuestra toma de decisiones.
Probablemente la tarea más difícil la tendrán los gestores de renta fija, que deben cambiar su mentalidad de 'buy&hold' por una gestión más activa para aprovechar todo lo que se puede obtener de la gestión de bonos. Aun así, la renta fija bien gestionada debería formar parte de todas las carteras, aunque sí que es cierto que recomendaríamos aumentar el peso en bolsa dentro del perfil de cada inversor.