Los gestores ‘value’ europeos siguen esperando su año de gracia. A pesar de que han cerrado 2019 con unos resultados más que positivos en rentabilidad, no ha sido una distinción para su categoría, sino el denominador común de los mercados. Y la historia apunta a un bis, ya que las grandes casas de inversión vuelven a sobreponderar las estrategias ‘growth’ para este 2020 a esta orilla del Atlántico.
Uno de los gigantes mundiales de la inversión ha dictado sentencia en un reciente informe: “Infraponderar ‘value’ frente a ‘growth’ en acciones europeas”. Lo dice Bank of America, que subraya que las estrategias de valor han aportado rendimientos un 3% inferiores a las de crecimiento desde octubre y que sus estimaciones pasan por un 4% adicional a esta brecha solo durante el primer trimestre de 2020.
Esta visión se fundamenta en el hecho de que en las proyecciones de la firma estadounidense los bancos y las energéticas, que identifica como los dos principales sectores ‘value’, cuentan con un potencial mucho más limitado que las compañías de alimentación y bebidas, las máximas exponentes de la estrategia rival. Son estas últimas, junto con las fabricantes de bienes de consumo básico, las que más aconseja sobreponderar en Europa.
La perspectiva es compartida con los analistas de Goldman Sachs, que consideran que el ‘value’ será mejor en unos EEUU en donde la distensión de las relaciones comerciales apoyará la expansión económica, así como la previsible aplicación de nuevos estímulos fiscales que respalden las políticas acomodaticias de la Reserva Federal (Fed). Para Europa contemplan un contexto que “reduciría las preocupaciones por la recesión”, pero sin llegar a “recuperar el optimismo de mitad de ciclo”, que es lo que haría despertar el apetito por los valores más rezagados del mercado.
"Es conveniente seleccionar acciones mediante una combinación diversificada de métricas para evitar las trampas de valor"
Un escenario en el que la firma de inversión se plantea un “relativo” acercamiento hacia las estrategias ‘value’ como un movimiento “táctico” para aprovechar cualquier eventual mejoría de los valores cíclicos. Eso sí, sin perder de vista que los de crecimiento “todavía están en la cima”. Y, además, según los analistas de Legg Mason, están baratos. “En comparación con sus comparables en cualquier otro lugar, son muy económicos”, señalan en un reciente informe de perspectivas de inversión.
LA TENTACIÓN DE HACER CAJA
Ahí se definen como “muy optimistas” con las compañías de crecimiento no estadounidenses. Y “particularmente en Europa”. Incluso llegan a reconocer que recientemente se ha producido un cierto giro desde estas compañías hacia otras de perfil más ‘value’, pero están convencidos de que “eso debería darse la vuelta”.
Desde Amundi avisan de que después del generoso comportamiento del mercado en 2019, con el MSCI World subiendo un 27%, “los inversores podrían estar tentados de tomar beneficios”. Una opción que desaconseja enérgicamente para estos valores que han liderado las subidas de las bolsas a no ser que sus cuentas anuales no colmaran las previsiones del mercado.
Esta sugerencia choca de frente con la que hace unas semanas proponía el fundador de AQR, Cliff Asness, al señalar que a lo largo de los últimos años las valoraciones de algunas empresas ‘growth’ se han vuelto injustificables por sus fundamentales, mientras que varias ‘value’ han visto caer su valoración bursátil hasta cotas “irracionales”. Un diagnóstico que comparten los responsables de inversión de GVC Gaesco y en el que se basan para aconsejar la toma de posiciones en valores ‘value’ con una “buena posición estructural”.
MÁS DE UNA VARA DE MEDIR
Esta apuesta cuidadosa por el ‘value’ la repiten los analistas de la holandesa Robeco. En su informe de perspectivas para este 2020 insisten en la bondad de “seleccionar acciones mediante el uso de una combinación diversificada de medidas de valor”. Una estrategia que, según esta casa, pasa por ir más allá de la categorización de las compañías como ‘value’ y comprende la consideración de factores de ‘momentum’, control de riesgos y calidad para “evitar las trampas de valor”. Es decir, aquellas compañías que a pesar de parecer baratas tienen unos fundamentales que sí justifican una cotización incluso inferior.
"El escenario económico europeo apunta a menos preocupaciones por la recesión, pero sin llegar al optimismo de mitad de ciclo"
Entre los gestores más favorables al ‘value’ europeo están los británicos de Schroders, que incluyen el petróleo y el gas entre los sectores “en los que existe un potencial significativo, debido a que muchas compañías se están negociando con valoraciones muy bajas”. Sin embargo, supeditan la realización de este potencial a factores como la mejora de plazos de las plataformas y el aumento de la inversión de las grandes petroleras.
Los bancos más penalizados “debido al argumento de que los tipos de interés bajos”, pero que sin embargo cuentan con “franquicias fuertes y una cuota de mercado decente”, también se ganan el respaldo de la casa anglosajona. Eso sí, siempre y cuando el año 2020 traiga “una recuperación mundial más sincronizada”. Un escenario que las últimas cifras macroeconómicas ponen en duda al seguir apuntando a dos velocidades diferentes para la economía en cada una de las orillas del Atlántico, lo que según varias de las casas referidas anteriormente sí que hace más aconsejable un sesgo 'value' al invertir en Wall Street.