El miedo a la recesión sigue presente. A pesar de que varias instituciones han descartado esta posibilidad en sus proyecciones, los inversores españoles siguen temiendo un drástico frenazo de la economía. Tanto que su confianza se ha hundido a mínimos no vistos desde principios de 2016, según el índice que elabora trimestralmente la gestora de JP Morgan.
Un 41% de los inversores españoles considera muy probable que lleguen caídas para las bolsas en los próximos meses, lo que ha conducido al índice de confianza a cerrar 2019 con una lectura de -2,13 puntos. Es el segundo trimestre consecutivo que este indicador se mueve en terreno negativo después de 11 trimestres seguidos apuntando al optimismo con lecturas de hasta 3,1 puntos positivos en el tercer trimestre de 2018.
Los responsables del índice de confianza destacan que se trata de un “notorio descenso”, pues su marca anterior estaba solo en -0,27 puntos. Las principales causas que los encuestados han señalado para este pesimismo son fundamentalmente la creencia de que se avecina una recesión económica (40,5%) y el clima de inestabilidad política en España (33,2%).
El retroceso de confianza es, además, generalizado en toda la geografía española. Solo Aragón y Andalucía consiguen aguantar en terreno positivo, aunque con “un exiguo 0,1”, señala la gestora. En sentido opuesto, donde más cunde el pesimismo es en Madrid y Cataluña, con la pérdida de más de 2 puntos básicos.
La percepción de los inversores choca con las previsiones macroeconómicas de JP Morgan, ya que la entidad estadounidense “espera un entorno de crecimiento global y de menor inestabilidad que será positivo para las bolsas, gracias a que precisamente durante el último trimestre del año se sentaron las bases para despejar parte de las tensiones comerciales entre EEUU y China y la incertidumbre sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea”. Un escenario en el que también sostiene esta convicción el “apoyo continuado al mercado por parte de los bancos centrales”.
INVERSIÓN INMOBILIARIA EN MÁXIMOS
En contra de esta visión de los mercados, los inversores españoles han vuelto a posicionarse en las bolsas europeas después de perdieran su favor en el tercer trimestre del año pasado. Un 29,9% de los encuestados consideran que a esta orilla del Atlántico es donde se encuentra un mayor potencial frente al 24,1% que ahora apunta hacia el mercado estadounidense. Los mercados asiáticos (15,8%), los emergentes (6,3%) y Japón (2,5%) se quedan muy por detrás.
Ante estas expectativas, los depósitos bancarios siguen dominando, con un 88,8% de los inversores con dinero en estos productos “en plena era de tipos negativos”, señalan desde JP Morgan AM: En sentido opuesto, la tenencia de fondos de inversión y planes de pensiones ha descendido hasta el 42,1% y 26,3%, respectivamente. En sentido opuesto, vuelve a subir la inversión en inmobiliario, hasta un 21,3% del total, lo que supone máximos históricos para la encuesta que se viene realizando desde el año 2007.