El miedo tiene precio. Al menos en bolsa. El temor a una pandemia mundial de coronavirus ha volatilizado 73.782 millones de euros del Ibex 35. Y solo en la última semana. La avalancha vendedora ha alcanzado proporciones no vistas en la diez años y los analistas auguran que lo peor está aún por venir.
La capitalización conjunta de las 35 compañías que componen el índice rey de la bolsa española se queda en 551.927,3 millones de euros para estrenar marzo. Hace solo una semana, esta misma cifra ascendía a 625.709,2 millones de euros.
La brecha entre ambas cifras es de un 11,8%, que es lo que el Ibex 35 se ha dejado en la última semana. No sufría un comportamiento tan bajista desde que en que en mayo de 2010 arrancó el primer rescate financiero a Grecia.
El valor más penalizado en términos de efectivo en estas sesiones de huida inversora ha sido Inditex, que es además la compañía más capitalizada de todo el Ibex 35. La criatura de Amancio Ortega ha sufrido la desaparición de 10.783,6 millones de euros.
Las acciones de la textil se han dejado por el camino un 11% de su precio al pasar de los 31,6 a 28,1 euros en las últimas cinco sesiones. Sin embargo, este castigo está lejos de ser el más abultado de cuantos se han visto en el índice.
El dudoso honor de encabezar la pérdida de valor del selectivo en términos comparativos es para IAG. El holding hispano-británico de aerolíneas ha perdido un 26% de capitalización. En números redondos, 3.872,5 millones de euros.
Golpe al turismo
Al castigo generalizado al sector turístico por el descuento de unos flujos de visitantes mucho más raquíticos, se suma el hecho de que la compañía se ha negado a dar previsiones de negocio para 2020 mientras ha anunciado cancelaciones a algunos de los puntos más afectados por la expansión del virus de Wuhan.
Dentro del mismo sector, otras dos compañías han entrado entre las diez más penalizadas del índice. Aena, el gestor de los aeropuertos españoles, se ha dejado por el camino 3.390 millones de euros, un 13,5% de su valor en bolsa al comienzo de la semana. Amadeus, la compañía de reservas turísticas, ha perdido un 10,5%, que se traduce en 3.217,3 millones para el selectivo.
Por detrás de la matriz de Iberia y British Airways, la siguiente en el podio ha sido Bankia. Tanto que los inversores la han condenado a nuevos mínimos históricos.
El banco nacionalizado que hace unas semanas respiraba tras verse fuera de los planes de Unidas Podemos por establecer una banca pública en España, ha visto sus acciones caer hasta los 1,43 euros. Un retroceso del 15,6% que se traduce en 808,8 millones menos para el selectivo español.
De hecho, el financiero ha sido otro de los sectores que más ha sufrido la espantada inversora ante el coronavirus. Los analistas comentan que esto se debe a que los inversores comienzan a descontar ya una mayor duración de los tipos de interés en mínimos históricos. El mayor golpe se lo han llevado este viernes, coincidiendo con declaraciones del presidente de la Reserva Federal (Fed) a favor de agilizar los recortes de la tasa oficial en EEUU.
La excepción a la regla
Banco Santander, con un desplome del 12% en los últimos cinco días, ha contribuido por sí solo a la pérdida de 7.561,2 millones de euros del índice. BBVA, con un retroceso más abultado del 15,2%, ha visto ceder su capitalización en 5.170,9 millones.
Con 2.284,9 millones de euros ha contribuido a la causa CaixaBank, que en la semana ha visto descender el precio de sus títulos en un 14%.
Muy diferente al de todas estas cotizadas ha sido el comportamiento de MásMóvil. La teleco se ha convertido en la excepción a la regla y el único refugio válido dentro del Ibex 35. Sus acciones han experimentado una revalorización a contracorriente del 2,3% que le han hecho ganar 52,7 millones de euros de capitalización.
Estas cifras se han cosechado, fundamentalmente, en las últimas sesiones de esta semana negra para las bolsas mundiales. Cuando la búsqueda de refugio se ha acelerado hacia valores conocidos como bond proxy, de ingresos recurrentes y riesgos bastante milimetrados.
Sin freno a la vista
Poco efecto ha tenido este bálsamo sobre el golpe que las otras 34 cotizadas del selectivo han propinado a su capitalización. Y si no se encuentra pronto un método efectivo de freno para la expansión del coronavirus, los analistas creen que el castigo podría engordar. Y más pronto que tarde.
De momento, el selectivo ha conseguido salvar los 8.500 puntos en los que los chartistas sitúan su soporte más inmediato. Pero alertan. Si esta cota se pierde, no habrá medicina que evite que la factura de esta alerta sanitaria aumente en otros varios miles de millones.