Lunes de máxima volatilidad para la bolsa española tras su peor semana desde el rescate financiero a Grecia. El Ibex 35, que ha llegado a perder más de un 2% en los peores momentos de la sesión, resiste al cierre con un ligero avance del 0,2% hasta los 8.764 puntos.
Los inversores vuelven a mirar a los bancos centrales como único 'salvavidas' para poner fin a las bruscas pérdidas del 12% que el selectivo español registró la pasada semana, la cuarta peor de toda su historia. La apertura alcista de Wall Street, con subidas de más del 2% para el Dow Jones, ha animado al rebote, más limitado, en las bolsas europeas.
En el parqué nacional, destaca el comportamiento de Cellnex y de MásMóvil, con subidas de más del 4% durante toda la sesión. Los inversores premian a MásMóvil por su decisión de comprar Lycamobile por 372 millones de euros. La cotizada espera conseguir sinergias a través de la adquisición de esta 'teleco' virtual especializada en prepago.
Es Grifols, sin embargo, el valor que lidera la parte alta de la tabla con un nuevo empujón al sector farmacéutico, mientras que las energéticas también cotizan en verde con la fuerte resistencia de valores como Iberdrola, que mantiene su escalada hasta los 10,72 euros por acción.
Es cierto. El Ibex 35 ha frenado la sangría que le ha llevado a despedir en negativo seis de las últimas ocho sesiones. Sin embargo, el avance es insuficiente para convencer de que ha llegado la hora del rebote definitivo.
El desplome de IAG
De hecho, al selectivo le ha costado mantener la barrera de los 8.700 puntos, con el fuerte lastre que ha ejercido la cotización de IAG y de otros valores ligados al sector turístico, los más castigados en las últimas sesiones de máxima tensión.
La aerolínea ha vivido su peor jornada desde el 'brexit' con un desplome de más del 10% que deja su gráfica en 4,95 euros por acción, Aena ha perdido cerca de un 2% mientras que las caídas han superado el 1,5% en Amadeus y Meliá.
Los bancos tampoco han recuperado la confianza de unos inversores que ahora esperan nuevas actuaciones de los bancos centrales para limitar el impacto económico del coronavirus. Las caídas han superado el 3% en Bankia y el 2% en Banco Santander, con su cotización cada vez más lejos de los 4 euros por acción.
Es evidente que, pese a las subidas del cierre, el fuerte castigo sufrido durante la semana pasada por la expansión del virus y sus implicaciones sobre la economía sigue pesando en el ánimo de los inversores.
Ni siquiera la promesa de liquidez del Banco de Japón ha tenido un efecto tranquilizador sobre los inversores europeos más allá de unos primeros cruces. Pesa más que la OCDE ha restado medio punto a su previsión de PIB mundial, que deja en el 2,4% para este año y que la industria manufacturera italiana ahonda en contracción.
Pero una acción conjunta de los bancos centrales podría calmar al mercado, como demuestra las mayores subidas en Wall Street ante la posibilidad, cada vez mayor, de que la Reserva Federal (Fed) rebaje sus tipos de interés en su próxima reunión de política monetaria.