Fue la mayor crisis en la historia de las aerolíneas mundiales. Los atentados del 11 de septiembre de 2001. El cierre del espacio aéreo se saldó con pérdidas millonarias para un sector que, casi una década después, volvió a hacer frente a otro de sus grandes desafíos: la nube de cenizas volcánicas en Islandia que también paralizó vuelos de compañías de todas partes del globo.
Las pérdidas se multiplicaron y las caídas en bolsa fueron generalizadas. Nunca antes se había vivido una crisis peor en el sector… hasta ahora. El parón aéreo provocado por el coronavirus, especialmente con las restricciones impuestas por EEUU a los vuelos procedentes de Europa, se va a saldar con las mayores pérdidas de la historia para el sector.
Y no solo en términos de negocio, con pérdidas estimadas por IATA en más de 100.000 millones de euros, sino también en los mercados financieros, lo que puede repercutir en las calificaciones crediticias de estos valores y, por lo tanto, en sus accionistas. De momento, la crisis del coronavirus ya está teniendo peores consecuencias que los atentados del 11-S para estos valores cotizados.
Tomando como referencia el 24 de febrero como inicio del estallido de la crisis sanitaria, el índice Stoxx Europe Total Market Airlines que agrupa la cotización de las 10 mayores compañías aéreas cotizadas en Europa se ha hundido un 36%. La cifra supera con creces el 25% que el indicador y, por tanto, la media de las distintas aerolíneas europeas, cayeron en las tres semanas posteriores al 11 de septiembre de 2001.
Misma situación en el MSCI World Airlines, que agrupa a las principales compañías del sector cotizadas en el mundo. En el periodo analizado, el índice también se deja un 30%, frente al 27% de caídas tras los atentados en EEUU, unas jornadas que incluyeron el mayor desplome diario del sector, con pérdidas medias del 18% el 17 de septiembre del 2001 para el indicador.
Desplome histórico
La caída de estas jornadas ha sido brutal si se analiza valor por valor. Mucho más tras la trágica sesión del jueves en la que las pérdidas superaron el 16%, por ejemplo, en IAG, que ya acumula números rojos del 47% en lo que va de año con sus títulos en mínimos, por debajo de los 4 euros por acción. Es decir, la cotizada vale prácticamente la mitad de lo que valía en bolsa a comienzos de 2020.
La situación se repite en el resto del sector alrededor de las bolsas mundiales, con pérdidas que desde el 24 de febrero superan el 40% en valores como American Airlines, Easyjet o la propia IAG. E incluso se acercan al 50% (solo en las últimas 14 sesiones) en Air France – KLM, que ya ha cifrado el impacto del coronavirus en su beneficio operativo entre 150 y 200 millones de euros.
Entre las mayores cotizadas del sector, también destacan las pérdidas del 37% y del 26% de las americanas United Airlines y Delta Airlines. En Europa, los desplomes provocados por la crisis del coronavirus alcanzan el 35% en Lufthansa o el 30% en Ryanair, mientras que gigantes asiáticos como China Sothern Airways limita la caída al 6% en el periodo analizado.
De media, los datos indican que el sector ha perdido un tercio de su valor en bolsa en apenas catorce sesiones. Y todo apunta a que las caídas pueden ir a más, a pesar de las medidas tomadas por los gobiernos para paliar en estas compañías el impacto de la suspensión de vuelos.
¿Dónde estará el suelo?
Los analistas tampoco confían en que la caída del precio del petróleo ayude a estos valores a rebotar en el corto plazo. “Los vuelos transatlánticos son la principal fuente de beneficio para las aerolíneas europeas, pues estos trayectos generan entre el 20% y el 30% de sus ingresos”, recuerdan desde Credit Suisse.
Por su parte, los analistas de Citi consideran que “el virus agilizará las tesis de consolidación en el sector hasta niveles extremos”, indican en un informe recogido por Refinitiv. Y es que la previsible caída en ingresos y beneficios, sumado a los desplomes en bolsa, dejan a estas cotizadas ‘a tiro de opa’ o de alianzas para sobrevivir a un año que será sin duda uno de los más duros de su historia.
En este sentido, los analistas de Citi recomiendan a los inversores que quieran aprovechar los descensos en bolsa para comprar este tipo de valores que apuesten por “los nombres mejor capitalizados que en 2021 podrían consolidar el mercado”, apuntando directamente a Ryanair e IAG como protagonistas de estos movimientos.
Desde el Fondo Monetario Internacional consideran, no obstante, que las caídas de las últimas sesiones son “desproporcionadas”, recordando que las mismas han superado incluso el retroceso del S&P 500 tras los atentados del 11-S.
Desde el organismo apuntan a que el impacto del coronavirus, sumado a un mayor pesimismo en empresas y consumidores, podría provocar que estas cotizadas “rebajen sus previsiones de demanda, gasto e inversión”, algo que seguiría penalizando su cotización en el corto plazo.