No son buenos tiempos para la industria de gestión de activos. Las fuertes caídas de los mercados financieros y la avalancha de reembolsos hacen prever un mes de marzo nefasto para el sector, especialmente dramático para los productos más expuestos al sector bancario nacional.
Banco Santander y BBVA son las dos entidades con mayor presencia en los fondos comercializados en España. En concreto, unos 220 productos tienen exposición a la entidad comandada por Ana Botín, solo superada por la presencia de Telefónica e Inditex en las carteras españolas. Por su parte, BBVA está presente en casi 160 fondos de inversión, siendo el octavo valor que más se repite en las estrategias de la industria, según datos de la herramienta comparativa Jucaspe.
Por este motivo, y por el mayor tamaño de estas entidades respecto al resto del sector, la caída en bolsa de estos dos valores afecta de forma más significativa a los fondos que los mantienen en cartera.
Abultadas pérdidas
En lo que va de año,Banco Santander se deja más de un 40% en bolsa. Sus títulos han pasado de los 3,73 euros con los que despidió 2019 a los 2,2 euros actuales. Un desplome que, sin duda, ha supuesto un duro varapalo para la cartera del fondo Sabadell Bolsa Española, el fondo que destina un mayor porcentaje de su patrimonio, un 12%, a títulos de la entidad.
Según datos de Morningstar, Banco Santander es, de hecho, la cotizada con más peso en el producto, por delante de otros grandes valores como Inditex o BBVA. A cierre del 27 de marzo, último dato disponible en las fichas diarias del fondo, el Sabdell Bolas Española pierde un 41,21% en el año, casi el doble que la caída del 24,36% que registra de media la categoría a la que pertenece (renta variable nacional).
Su patrimonio ha caído con fuerza estos meses, hasta quedarse en 25,8 millones de euros, con una fuerte caída del 41% en su valor liquidativo (se calcula dividiendo el patrimonio del fondo entre el número de participaciones existentes), según datos de la entidad.
Estas fuertes caídas han provocado que el producto entre en pérdidas en plazos más largos, teniendo en cuenta que los gestores recomiendan a los partícipes mantener el capital durante, al menos, 7 años. Según datos de Morningstar, el fondo ya pierde un 12% a tres años (anualizado), un 7,6% a cinco y un 0,8% a una década.
Largo plazo en negativo
El mismo panorama presenta el producto con mayor exposición a BBVA. Se trata del CO Bolsa Española de Catalana Occidente, gestionado por Gesiuris, con casi un 9,5% de su cartera invertida en títulos de la entidad presidida por Carlos Torres.
El producto registra pérdidas de más del 31% este año, que han provocado números rojos para los partícipes de más del 32% a 3 y 5 años y del 8,5% a diez años. El fondo terminó 2019 con un patrimonio de 32,8 millones de euros y ahora esa cifra apenas supera los 22,6 millones de euros.
Es evidente que ambas estrategias, que pertenecen a la categoría de renta variable española, se han visto perjudicados por su exposición total al mercado, al igual que otros muchos de su segmento.
Sin embargo, el enorme peso de los dos valores bancarios ha hecho mella en su comportamiento, especialmente en el último mes en el que las bruscas caídas bursátiles han sido protagonistas en un sector que, además, ha sufrido constantes recortes en las recomendaciones y precios objetivos de los analistas.
Berenberg ha sido una de las últimas firmas en sumarse a esta tendencia. Es cierto que sus analistas han sido siempre conocidos por sus consejos fuertemente bajistas sobre la banca española, pero en su último ‘consejo’ no deja títere con cabeza. Ni siquiera los dos grandes bancos que, hasta ahora, se habían apoyado en la diversificación de su negocio para salvarse de las peores recomendaciones.
En el caso del Santander, la firma rebajó su precio objetivo de 3,2 a 2 euros por acción, lo que implica que aún da cierto potencial bajista a la entidad cántabra. El recorte ha sido aún mayor para BBVA, al situar su precio objetivo en 2,5 euros, desde los 4,2 euros por acción anteriores.
Las cifras son, aún así, exageradamente inferiores al precio objetivo que maneja el consenso de analistas recopilado por Refinitiv que sitúan la valoración del Santander en 4,11 euros y la de BBVA en 5,2 euros por acción.