La rentabilidad de las acciones de Iberdrola en el medio plazo nadie es capaz de ponerla en duda. La acción se ha revalorizado un 92,02% en los últimos cinco años con una rentabilidad media anual del 10,40%.
Sin embargo, desde que alcanzase sus máximos históricos en 11,345 euros a mediados del pasado mes de febrero, con el efecto devastador de la pandemia del Covid-19, la acción ha caído un 24,12% hasta los precios de cierre de la semana pasada.
No obstante, esto tampoco es ningún desastre. Ya le gustaría a más de un valor del selectivo español poder decir que la rentabilidad desde inicio del año es del 1,47% positiva.
El problema viene cuando nos damos cuenta que la acción está igual que hace mes y medio y se viene moviendo dentro de un canal lateralizado bastante fácil de visualizar y del que amagó la semana pasada con una ruptura por la parte superior.
Tal y como podemos ver en el gráfico anterior, no solo estamos en un rango de precios estrecho en torno a los 9 euros desde hace mes y medio sino que además, si eliminamos las subidas de principio de año y el desplome por la pandemia, podríamos decir que realmente estamos así desde hace 9 meses.
Curiosamente lo mismo que dura un embarazo humano. Así que es de esperar que pronto salgamos de cuentas y que lo hagamos por la parte superior. Y para poder participar de este alumbramiento hay que entrar comprando ya, si bien es cierto que el precio de las acciones de Iberdrola podría darnos algún tipo de oportunidad un poco más abajo, sobre todo si el selectivo español en general opta por acercarse a los 6.600 puntos en lugar que quedarse merodeando la zona de la apertura de la sesión de hoy.
Mientras que no veamos cierre por encima de su media móvil de largo plazo que se encuentra ahora en los 9,181 euros pues podemos entretenernos intentando pescarla más abajo con el único riesgo que nos toque comprar de urgencia ante el alumbramiento, pero teniendo en cuenta que mi algoritmo ya viene marcando compra colocando un stop por debajo de los 8,656 euros.
Además, si se fija de nuevo en el gráfico podrá ver que la presión de la compra es cada vez mayor lo que se refleja con mínimos crecientes desde hace más de un mes. En esa línea, es bueno saber que el soporte para el corto plazo está en los precios actuales: 9,018 y 8,896 euros mientras que las resistencias están en los 9,33 y 9,52 euros como primeros objetivos de la ruptura por la parte superior antes de ir a buscar el siguiente objetivo en los 9,64 euros.