La carrera por el control de BME entra en su recta final. Sin embargo, no ha sido la “maratón” que esperaba su consejero delegado. Ni siquiera ha habido un esprint porque los suizos de Six Group se han quedado solos en su pugna. Ahora, el mercado se arroja en sus brazos con una recomendación casi unánime de adherirse a su opa.
El goteo de informes trimestrales que los fondos de inversión que hasta hace unas semanas tenían acciones de BME en su cartera daba las primeras pistas. Y es que la mayoría de ellos anunciaban en estos documentos la venta de esta posición. En un mercado plagado de volatilidad y desplomes, ni siquiera han aguardado a asegurarse el precio de la opa, sino que se han ido lanzando a deshacer cartera aprovechando picos de cotización para destinar el capital a valores con más potencial.
La consumación llegaba este miércoles 6 de mayo, último día en el que cualquier eventual competidor de Six Group podría haber lanzado una contraoferta por BME. La sesión terminaba sin novedades y el mercado ya lo descontaba, pues las acciones de la española apenas oscilaron un 0,3% entre máximos y mínimos intradía. Y estos últimos no han pasado de igualar los 32,98 euros que finalmente desembolsarán los suizos.
Sin motivos para la prudencia
El grueso de los gestores y analistas que al inicio del periodo de aceptación de la opa -que arrancó el pasado 30 de marzo y se alargará hasta el próximo 11 de mayo- se decantaban por la prudencia para no descartar sorpresas de última hora, ahora se decantan por aceptar la oferta de Six. En este sentido, las siete revisiones de consejo inversor que BME ha recibido en los últimos dos meses han sido a la baja en precio, recomendación o en ambos factores.
Un precio objetivo de 32,67 euros por acción, casi un 1% por debajo del importe que Six ha puesto sobre la mesa, es el resultado de esta paulatina pérdida de confianza en un rival para los suizos. Conviene recordar aquí que Euronext, que era la gran esperanza del mercado en este sentido, anunció que renunciaba a operación alguna por BME el primer día del plazo de aceptación fijado por los helvéticos. Y eso que a finales del año pasado se lo llegó a plantear muy en serio.
Entre los primeros en tirar la toalla en esta espera de un postor más generoso que los dueños de la Bolsa de Zúrich, los gestores de Bestinver. En su tradicional informe trimestral de inversiones explicaban que abandonaban su posición en BME “ya que las posibilidades de que haya una oferta superior se han reducido”.
Algunos de los fondos donde BME tenía un mayor peso en cartera hace solo unos meses y en los que se ha liquidado por completo la posición son EDM Inversión y Radar Inversión. Otros, especialmente varios enfocados al cobro periódico de dividendos han aguantado para percibir el pago que se hará efectivo el día 8 de este mes de mayo. Sin embargo, ya han dictado sentencia.
El golpe al dividendo
Este es el caso del Bankia Dividendo España, cuyos responsables explican en sus últimas comunicaciones al supervisor que “se ha decidido acudir a la opa lanzada por Six”. Una decisión que se entiende por la opción de los suizos de recortar sensiblemente las políticas de retribución al accionista que hasta ahora mantenía la compañía española, cuyos directivos siempre han presumido de estar entre los más generosos de la bolsa española y del sector, con un ‘pay-out’ cercano al 90% del beneficio de la sociedad.
Los analistas de Bankinter señalaban en su análisis de las cuentas del primer trimestre de BME que reiteraban su “recomendación de acudir a la opa”. Además de señalar la generosidad de la oferta con respecto a la cotización previa al anuncio, subrayan la valoración favorable y el compromiso de su propio consejo de administración de respaldar la oferta. Todo sin olvidar que los 32,98 euros por acción ofrecidos suponen un precio “muy superior” a los 25 euros por título que marcaban al llegar la puja.
Banqueros en el consejo
La directora de análisis de Renta 4, Natalia Aguirre, era contundente en su último informe sobre el valor: “Acudir a la opa”. Una recomendación que no resultaba chocante cuando tres días antes el presidente del banco de inversión, Juan Carlos Ureta, se había comprometido como consejero independiente de BME a respaldar la oferta de Six.
Algo muy parecido es lo que se entiende que habrá ocurrido en las últimas semanas con los clientes y asesorados de Banca March, que tiene dos consejeros en BME a través de su brazo inversor, Corporación Financiera Alba. Esta última confirmaba el miércoles que se adhería a la oferta de los suizos. No obstante, desde su entrada en mayo de 2014, la venta reportará a la firma plusvalías por 12 millones de euros, tal y como ha anunciado a la CNMV.
Con todas estas recomendaciones de acudir a la opa, la incógnita está en cuál será el movimiento de algunos oportunistas de última hora que, como JP Morgan, acaban de estrenar posiciones en BME en plena opa. Sin embargo, la llave del futuro de la cotizada española la tienen los pequeños accionistas que aglutinan en torno a un 65% de su capital.
Six ha explicado que no tiene intención de proceder a la exclusión bursátil de BME siempre y cuando se mantenga fuera de su control un mínimo del 5% del capital entre inversores que a título individual no superen un 3% del accionariado. No obstante, las caídas de volúmenes de las plataformas oficiales y la amenaza de la ‘tasa Tobin’ no parecen un futuro muy prometedor para la cotización inmediata de la compañía ya como satélite del grupo suizo.
Ampliar los plazos
De momento, sin margen para la llegada de competidores, el tiempo para tomar una decisión está abierto hasta el próximo 11 de mayo. Como mucho, cinco días después Six Group tendrá que dar cuenta del éxito o fracaso de su puja, condicionada a una aceptación mínima del 50% más una de las acciones de BME.
Aunque varios brókeres señalan que en estas operaciones “lo más habitual es que nada se resuelva hasta el último momento del último día”, los suizos cuentan todavía con la baza de poder alargar el periodo de adhesiones. Y es que, de momento, solo han consumido 43 días de los 70 que como máximo marca la ley española para estas operaciones. Sin embargo, cualquier decisión en este sentido tendría que llegar el viernes 8 de mayo a más tardar.
Incluso aunque esto sucediera, el mercado descarta que este nuevo margen pudiera animar a algún rezagado a lanzarse a la arena y presentar una contraoferta de última hora. De hecho, los analistas trabajan como primer escenario con la tesis de que Six conseguirá un respaldo holgado para su oferta. Un logro al que las advertencias de menos dividendo a la vista y la posibilidad de quedar atrapados en una cotizada extremadamente ilíquida también habrían contribuido sensiblemente.