Desde que empezó la crisis del coronavirus, las mascarillas se convirtieron en el accesorio indispensable para la gente. En cuestión de días su consumo llegó a niveles nunca vistos. Las acciones de las compañías productoras, por el otro lado, también registraron un importante incremento.
Esto se debe principalmente a un mayor nivel de interés por parte de los fondos de inversión. Desde el inicio del año, las compañías como Allied Healthcare Products y Alpha Pro Tech han crecido respectivamente un 874% y 300%.
Edison Nation, un grupo empresarial que fomenta la innovación e impulsa la propiedad intelectual, los medios de comunicación y los productos de consumo que recientemente consiguió un contrato de desinfectantes y máscaras, registró un aumento de más del 14%. Las acciones de Lakeland Industries, el fabricante de ropa protectora, incrementaron un 29% este año.
Sin embargo, no todas las empresas relacionadas con los equipos de protección personal tenían tanta suerte. En particular, 3M, Kimberly-Clark y Honeywell International disminuyeron entre un 0,41% y un 27%.
Hoy en día, se puede decir que la máscara facial se ha convertido en un bien inelástico, cuya cantidad demandada no varía al cambiar los precios. Como resultado, tanto las fabricantes como los mayoristas decidieron aprovechar el momento e incrementaron los precios. Es probable que la situación cambie una vez acabada la cuarentena, pero todavía estamos lejos de volver a la normalidad.
El resto de los jugadores del mercado también decidieron aprovechar la situación. Disney anunció la venta máscaras faciales con Anna y Elsa, Woody y Buzz Lightyear y Baby Yoda, entre otros personajes. Las ligas deportivas como la NBA y la NFL también empezaron a vender máscaras faciales con logotipos del equipo. Otra compañía americana ofrece un servicio de suscripción mensual para máscaras faciales reutilizables.
Por ahora, la mayoría de estas compañías están donando todo o parte de sus ventas de las máscaras a organizaciones benéficas. Pero, con el tiempo, ese enfoque podría cambiar a medida que dichas mascarillas se conviertan en un hábito diario.
Al mismo tiempo, es importante tener en cuenta que, si los consumidores usan máscaras con logotipos, es esencialmente publicidad gratuita para las marcas detrás de ellas.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.