Las acciones de Atresmedia marcaron máximos históricos en el año 2015 en 11,304 euros si ajustamos la serie de datos a dividendos y operaciones financieras. Eso significa que tendríamos que subir un 425% para testear de dichos máximos. Los motivas de este tipo de correcciones tan continuas y duraderas en el tiempo son consabidas: más competencia, menos publicidad; menos publicidad, menos ingresos y menos ingresos menos ganancias, y lo que es peor que peligre el dividendo.
Así que no parece encontrar suelo la cotización en esta larga y pronunciada caída en la que se ha dejado más de un 80% de su valor en cinco años. De hecho este comienzo de año tampoco es que sea muy diferente ya que se deja un 35,6% de su valor.
Sin embargo, las cosas podrían cambiar en breve y ver algún tipo de rebote serio y duradero, como alguno de los que hemos visto a lo largo de este recorrido a la baja de cinco años de duración.
Ese cambio va a depender totalmente de lo que ocurra en las inmediaciones de los 1,93 euros. Esa es la zona que provocó un punto de inflexión en la evolución de los precios también bajista en el año 2012 y por lo tanto se presenta como el único clavo ardiendo donde acogerse para evitar el testeo a lo que son los mínimos históricos de Atresmedia en los 1,552 euros de hace 11 años.
No obstante, cabe recordar que un soporte no implica que los precios vayan a provocar un cambio en el sentido de su marcha sino que simplemente es una zona de precios en la que vamos a tener que estar muy atentos para ver si eso finalmente puede terminar ocurriendo, pero sin olvidar que dicha zona puede perfectamente ser perforada tal cual cuchillo corta la mantequilla.
Habrá que ser pacientes y esperar a ver qué es lo que ocurre. Necesitamos ver que los precios llegan a esa zona, se frenan en ella y posteriormente se giran al alza antes de valorar una entrada en posición larga en Atresmedia.