ACS acelera su programa de recompra de acciones. El objetivo de la constructora es amortizar un mayor numero de títulos que lo anunciado hace solo tres meses, cuando lanzó esta herramienta, con el fin de hacer más beneficioso para el accionista su programa de 'scrip dividend'. Y es que todas las acciones adquiridas serán amortizadas.
En un momento en el que muchas cotizadas están cancelando sus planes de recompra o cerrándolos anticipadamente para salvaguardar liquidez, ACS hace alarde de solvencia y pasa de proponerse la compra y amortizacion de un 3,18% de su capital social a apuntar hacia un 6,99% de sus títulos, según ha informado este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La constructora ya apuntaba el pasado 24 de febrero que el objetivo de esta recompra y amortización es "coadyuvar a la retribución del accionista mediante el incremento del beneficio por acción". Además, con este método se elimina cualquier posible efecto dilutivo que el pago del dividendo en acciones pudiera tener.
Esta última opción es, además, mayoritaria entre el accionariado de la constructora. En este sentido, las anteriores ediciones del programa de 'scrip dividend' de la compañía se han saldado con entre un 70% y 80% del capital escogiendo acciones en lugar de efectivo como premio por su inversión.
En caso de alcanzar el porcentaje comunicado, habría que sumarlo temporalmente al 5,4% de autocartera que ya declara ante el supervisor, al que remitió su último incremento de esta partida el pasado 19 de marzo. Una participación que en los últimos meses también se ha visto acrecentada con este fin último de la amortización, pues antes del cambio de año tan solo se reconocía la posesión de un 2,82% de títulos propios, tal y como señalan los registros del supervisor.
Más dotación económica
La subida en números enteros para este programa de recompra es desde 10 millones de títulos propios, hasta un máximo de 22 millones. En términos relativos, un incremento del 120% desde la cifra anunciada hace ahora tres meses. Un periodo en el que la cotización bursátil de la constructora se ha visto sacudida por la inestabilidad del mercado, aunque desde sus mínimos de ventas indiscriminadas de marzo ya ha recuperado un 92% de capitalización.
Con el objetivo de alcanzar esta nueva cota, ACS ha decidido dotar con 290 millones de euros más este programa de recompra. Así, pasa de los 370 millones del plan original hasta los 660 millones que ahora se contemplan como máximo a invertir. El incremento aquí es del 78% con respecto a la marca inicialmente establecida.
El plazo se alarga
La revisión del programa alcanza también al plazo de aplicación del mismo, cuyo término se desplaza desde el 30 de septiembre de este año hasta el 31 de marzo de 2022. En este sentido, a pesar del fuerte incremento de volúmenes y dotación, la mayor duración del mismo hará que las compras puedan espaciarse más y tener una menor incidencia sobre la evolución bursátil de ACS.
Este revulsivo a su plan de retribución al accionista llega apenas unos días después de que la constructora haya aprobado en junta de accionistas el reparto de un nuevo 'scrip dividend' en un contexto en el que la retribución al accionista es cada vez más escasa y menos frecuente con el objetivo asegurar fondos frente al eventual impacto del coronavirus. De nuevo bajo la fórmula de la libre elección para el inversor, ACS repartirá hasta 630 millones entre sus inversores.
Solvencia confirmada
Estos dos movimientos se entienden en el contexto del balance del grupo constructor. El beneficio de 2019 se quedó a las puertas de los 1.000 millones de euros, con una cartera en máximos históricos de 77.756 millones de euros en proyectos pendientes de ejecución con un peso del 90% de sus mercados internacionales. Además, la cotizada redujo una vez más su endeudamiento, que ya sólo asciende a 54 millones de euros.
La última cifra es clave, puesto que permite a la compañía afrontar estos meses de incertidumbre en torno a la evolución y el impacto del coronavirus con una situación muy poco tensionada. De esta circunstancia ha dado fe recientemente la agencia de calificación crediticia S&P, que decidió hace menos de una semana reiterar el rating de la compañía.
Con esta decisión, la deuda corporativa de ACS a largo plazo mantiene una nota 'BBB', dentro del baremo de grado de inversión, mientra que la de corto plazo sigue en 'A-2a'. Los argumentos de S&P incluían el considerar a la española entre "las empresas de construcción internacionales más grandes del mundo" y una oportuna valoración de su "sólida cartera de pedidos del grupo, amplia diversidad geográfica y perspectivas positivas para la construcción de infraestructura civil".
El próximo 'scrip dividend' de la compañía, que será complementario al abonado ya el pasado 5 de marzo de este año, aún no tiene fecha, pero se espera que tenga lugar a mediados del próximo julio. Un calendario con el que la constructora ha venido trabajando en los últimos años, en los que este pago ha llegado a duplicar el importe distribuido en el inicial de cada ejercicio.