La Bolsa de Nueva York (NYSE) volverá a abrir a partir de este martes y de manera parcial su sala de negociación del emblemático número 11 de Wall Street, que había permanecido cerrada desde el pasado 23 de marzo como medida de prevención sanitaria para frenar la propagación de la pandemia de Covid-19, tras lo que el mercado neoyorquino había venido funcionando estos dos meses de forma exclusivamente electrónica.
La reapertura del parqué neoyorquino se producirá así un día después de la festividad del Día de los Caídos ('Memorial Day') por la que este lunes todos los mercados de EEUU permanecen cerrados y casi un mes después de la vuelta parcial de las operaciones físicas en el mercado de opciones y futuros NYSE Arca de San Francisco, que retomó a la actividad presencial el pasado 4 de mayo tras haber pasado también a modo electrónico el 23 de marzo.
"Nuestra reapertura el 26 de mayo seguirá al día en que, como cada año, honramos a aquellos que lo dieron todo por defender a nuestra nación. Este año queremos también honrar a los sanitarios y a los trabajadores de servicios esenciales", indicó la presidenta del NYSE, Stacey Cunningham, en un artículo publicado por el diario 'The Wall Street Journal'.
Lejos de la 'nueva normalidad'
En este sentido, Cunningham advirtió de que la reapertura parcial de la sala de negociación de Nueva York distará aún de una vuelta a la normalidad de las operaciones, puesto que, en primer lugar, los creadores de mercado designados de la Bolsa de Nueva York seguirán actuando de manera telemática, mientras que solo se permitirá la vuelta de una reducido número de brókeres al parqué y estos deberán seguir una serie de precauciones sanitarias, incluida la obligación de llevar mascarilla.
Asimismo, la Bolsa de Nueva York someterá a controles de temperatura a todos los operadores como al resto del personal a la entrada del edificio y no permitirá el acceso a quienes no superen este trámite. Asimismo, el gestor de mercados ha recomendado evitar el uso del transporte público.
La Bolsa de Nueva York había cerrado por última vez sus operaciones físicas durante dos días en octubre de 2012, tras el Huracán Sandy. Anteriormente, la negociación de la Bolsa neoyorquina había permanecido cerrada durante cuatro sesiones tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.