Muchos nervios los que hemos visto esta mañana en la cotización de Grifols tras las caídas de ayer con el segundo mayor volumen del año de un 6,39 por ciento.
A esos descensos les tocaba sumar otro 5,6 por ciento de caída en los primeros minutos de contratación y que ha recuperado bastante rápido pero que ha dejado a todos los inversores congelados ante semejante aparición de papel aparentemente sin motivo.
Podríamos pensar que la pérdida de los mínimos del pasado 4 de abril en los 27,85 euros ha sido la culpable de la avalancha de órdenes de venta automatizadas por activación de los stop loss de los inversores más técnicos.
Pero también existen otras posibilidades como la salida de algún accionista con un paquete de acciones muy elevado que haya perdido la paciencia o le haya entrado el miedo tras las correcciones de ayer, pero normalmente cuando tienes que soltar tantas acciones lo haces de una manera mucho más ordenada.
Y por último tendríamos la opción de un desplome por "fat finder", es decir, un error humano a la hora de introducir una orden a mercado que lo que hacen es barrer el precio de todos los compradores hasta completar el número de acciones a vender, pero normalmente no deja el tipo de cambios cruzados que podemos ver en el gráfico.
Por lo tanto, mis sensaciones es que hemos asistido al segundo escenario.
¿Podemos aprovecharnos de este movimiento?
Como es lógico ya no vamos a poder comprar en los mínimos de la sesión de hoy, pero si efectivamente estamos ante ese segundo escenario descrito y no obedece a ningún tipo de información privilegiada, la idea es entrar sin miedo y colocar un stop de pérdidas en los 27,89 euros para evitar quedarse enganchado en el valor si se da la vuelta, pero de volver la tranquilidad en el valor pronto lo veremos de nuevo en los 29,60 euros.