La firme decisión de Iberdrola de apostar por la energía limpia con la inversión de 2.400 millones de euros le está sentando muy bien a su cotización. Pero es que, más allá de comportarse mejor que el sectorial bancario, también lo está haciendo mucho mejor que el resto del sector eléctrico.
El aspecto técnico del gráfico de Iberdrola sería la envidia de cualquier banco en este momento. Esta semana ha logrado reconquistar la media móvil de largo plazo situada en los 9,22 euros cuando el sector bancario tan solo lo ha podido hacer con la media de medio plazo. Y no todas las cotizadas, ya que Bankia y Sabadell están todavía muy cerca de mínimos.
Sin embargo, las acciones de Iberdrola no solo han superado su media de largo plazo, sino que además han logrado superar los máximos del 20 de marzo en los 9,50 euros y con ellos certifica sus intenciones de seguir recuperando posiciones cedidas a lo largo del principio de esta pandemia por Covid-19.
Esto nos pone como objetivo inmediato el nivel de retroceso por Fibonacci más importante de todos que se encuentra en los 9,917 euros. De hecho, nada de esto ha pasado desapercibido para mi logaritmo, que lleva comprado en Iberdrola desde el 20 de este mes de mayo, acumulando una ganancia del 7,95% y para hoy tiene un stop de protección en los 8,774 euros.
Este nivel está muy por debajo de los niveles de soporte para el muy corto plazo que se encuentran en los 9,527 euros pero hay que entender que son dos estrategias totalmente distintas: swing trading en el primer caso y prácticamente intradía en el caso segundo.
De hecho, la primera resistencia para el intradía ya ha sido alcanzada, puesto que está en los 9,685 euros y esto es una buena señal de la salud de la subida de Iberdrola en la sesión de hoy. Las próximas resistencias intradía están en los 9,751 y 9,843 euros.